Dora Glottmann revela la "aventura" que trae su libro "La mujer del canciller"

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Sin embargo, detrás de la fachada de una vida perfecta, Bárbara vive años de infidelidad por parte de su esposo. "Él considera que la sexualidad se explora con mujeres que vienen de afuera", comentó Glottmann. 

Durante 35 años, Bárbara soporta esta situación, hasta que una noche se pregunta por qué el canciller tiene derecho a una vida sexual activa y ella no. Ese cuestionamiento marca el inicio de su transformación.

Bárbara, decidida a redescubrir su propia sexualidad, se embarca en un camino que la lleva a vivir experiencias tanto divertidas como peligrosas. Este proceso no solo le permite reconectar con su cuerpo y sus deseos, sino que también desafía las normas impuestas por su clase social. 

"Lo más polémico es que Bárbara toma una decisión que nunca tomaría una mujer de su entorno. Ella vio la película 'Buena suerte, Leo Grande', en la que una mujer viuda decide explorar su vida sexual, y ella se anima a lograr lo mismo", explicó Glottmann.

En su búsqueda, encuentra a un joven del Pacífico colombiano que llega a Bogotá en busca de oportunidades. Este personaje se convierte en una figura clave en su vida, mostrándole una realidad completamente diferente a la que conocía en su mundo de la alta sociedad. 

"A través de él, Bárbara descubre que su mundo está lleno de mentiras y que en otras regiones de Colombia hay personas que sufren por circunstancias sociales mucho más duras", señaló la autora.

Glottmann, con su experiencia como periodista, incorpora detalles que otorgan verosimilitud a la trama, mezclando ficción y realidad en una historia que toca fibras sensibles. Aunque asegura que el personaje del canciller es completamente ficticio, confiesa que otros personajes están basados en personas que ha conocido a lo largo de su carrera. 

"No hay personajes reconocidos, pero tienen rasgos que cualquiera podría identificar. Los secretos que se exponen en la novela provienen de tantas entrevistas que hice y de mis charlas con gente del poder", afirmó.

La novela avanza hacia un final que desafía los tabúes sobre la sexualidad femenina en la alta sociedad, abriendo la puerta a una sexualidad creativa y libre. "El libro tiene sus dosis de morbo y picardía, porque la sexualidad no debe volverse aburrida. Nos invita a explorar, a mantener viva esa chispa", concluyó Glottmann.

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Con La mujer del canciller, Dora Glottmann ofrece una historia cautivadora y provocadora, que invita a reflexionar sobre los roles tradicionales de la mujer en la sociedad y su derecho a explorar su sexualidad de manera plena y libre.