Fantasías sexuales en pareja, de la imaginación a la realidad

¿Fantasear sexualmente con otra persona puede ser considerado como infidelidad?

Esta es sin duda una de las preguntas más frecuentes. Fantasear sexualmente con una tercera persona genera preguntas como ¿dejé de amar a mi pareja? ¿ya no me gusta? ¿seré capaz de serle infiel? Y, por supuesto, todo esto se convierte en una maraña que no se sabe qué hacer con ella. 

Al respecto, Polanía comenta que en el momento de empezar una relación con alguien se establece un compromiso de exclusividad afectiva y sexual. "Sin embargo, nuestros sentidos siguen vigentes a pesar del compromiso, lo cual no va a desconocer que alguien más pueda estar en nuestra fantasía, pero siendo claros, no todo lo que está en nuestra cabeza se va o se tiene que concretar". 

De psicóloga agrega que tener fantasías sexuales no significa sentirse inconforme con la pareja, "porque no tienen relación directa con ella, sino con nosotros mismos y con nuestras preferencias sexuales. Todos las tenemos, son diferentes e individuales. Podríamos cambiar de pareja y las fantasías serán las mismas.  El tener novio o esposo y poder compartir con él eso que nos gusta es maravilloso, ya que se unen todos los ingredientes para tener una vida plena sexual y erótica". 

Lea también: "El sexo es una cosa muy rica", crónica de una abuelita activa sexualmente

Novio divertido Vs. Novio aburrido 

Dicen que los polos opuestos se atraen, pero esto a veces podría ser un problema sexualmente hablando, especialmente cuando uno de los dos le gusta experimentar, usar juguetes sexuales, intentar cosas nuevas y al otro solo le gusta 'lo tradicional'. 

En este caso, primero hay que tener en cuenta que todos contamos con un sistema de preferencias sexuales que despiertan nuestros sentidos y nos hacen vivir nuestra sexualidad a plenitud. Entonces puede ser que esta persona sea tímida, tenga miedo a ser juzgada, haya crecido en un ambiente en donde le trasmitieran que el sexo es impuro estableciendo un sistema de creencias que no le  permita o le dificulte explorar y vivir el erotismo y sexualidad.  Por tal razón, un ambiente de confianza, comunicación y cero críticas, permita un acercamiento que de luz verde a jugar un poquito más en el sexo. 

"Hay que saber que en el sexo todo está permitido si es consentido por ambos y que la comunicación puede volverse el mejor aliado para explorar y compartir la sexualidad. Es ahí donde se deben propiciar los escenarios para  hablar, no presionar, estar abierto a las posibilidades y saber que el sexo nos da ese aliento, esa chispa en la relación que nos permite estar conectados", argumenta la experta. 

Lea también: Así se practica el Bondage, erotismo con sadismo y masoquismo

¿Es normal sentirse culpable por tener fantasías?

De acuerdo con Lorena Polanía esto es algo que pasa con frecuencia y se debe al sistema de creencias con el que creció cada uno.  "Sin embargo, los seres humanos no solo fantaseamos en lo sexual si no en varios aspectos de nuestra vida; esto hace parte de la capacidad de crear y de innovar que tenemos todos, pero una cosa es la fantasía y otra es llevarla a cabo por si se identifica que la práctica de ésta puede traer un conflicto interno, por lo tanto podemos optar por dejarlo solo en la imaginación. En ocasiones solo confesar nuestras fantasías sexuales ayuda a revivir el erotismo en la relación, sin necesidad de hacer nada más". 

Por último, comenta que en su caso personal y según sus consultas, las fantasías más recurrentes de los colombianos son los tríos, ver a la pareja con otra persona, tener sexo en lugares públicos, someter a la pareja y tener relaciones con mujeres usando tacones.