¿Quiere vivir 100 años? Científico propone una dieta para alcanzarlo
Un biólogo realizó una investigación para mostrar los alimentos que ayudan a mejorar la salud y a prolongar el tiempo de vida.
La longevidad es algo que tal vez muchas personas buscan alcanzar. Sin embargo, requiere llevar un estilo de vida adecuado para llegar a vivir mucho tiempo. Aunque no existe una receta o una fórmula mágica concreta para tal fin, un investigador se animó a proponer lo que sería “la dieta de la longevidad”.
El biólogo Valter Longo, de origen italiano, es famoso por sus investigaciones sobre cómo una dieta equilibrada nos puede ayudar a tener mejores condiciones de vida. Sus trabajos le han valido el reconocimiento de sus colegas y lo han hecho ganarse el título de “El sabio de la longevidad”.
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A través de sus investigaciones, Longo ha identificado cómo la alimentación nos puede ayudar a llevar una vida más duradera. De allí que proponga dos tipos de alimentación para mejorar la salud y, por ende, prolongar la longevidad. Una de ellas es la alimentación restringida en el tiempo (Time Restricted Eating o TRE, por sus siglas en inglés).
De acuerdo al biólogo, quien es director del programa de Longevidad y Cáncer del Instituto de Oncología Molecular en Milán, se recomienda “una ventana de alimentación diaria de ocho a diez horas, con una duración que varía de cuatro a doce semanas”.
Es decir, se puede establecer, por ejemplo, un período entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde para comer y el resto del tiempo evitar el consumo de alimentos. Esto puede ayudar a mejorar los indicadores cardiovasculares y la relación grasa magra.
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El otro tipo es la dieta intermitente del ayuno (Fasting Mimicking Diet o FMD, por sus siglas en inglés). Según explica Valter Longo en un artículo publicado en la revista Cell Reports, esta contribuye a reducir muchos factores de riesgo de enfermedad y envejecimiento. Además, ayuda a la reducción de daños en el cerebro, incluida la enfermedad del Alzheimer.
Esta dieta se aplicó en ratones, quienes recibieron una dieta simuladora del ayuno durante cuatro a cinco días en 30 ciclos dietéticos que se realizaron durante 15 meses. Tras el análisis, se demostró que la dieta reducía los marcadores cerebrales del Alzheimer y la inflamación del cerebro, lo que ayudaba a mejorar los niveles cognitivos.
Esta misma prueba se realizó en 40 pacientes humanos, a quienes se les suministró un ayuno de cinco días por una vez al mes. En este caso, se reemplazó el almuerzo o cena por una comida a base de pasta o arroz. Aunque este estudio todavía está en fase de pruebas, este dejó conclusiones “prometedoras”.