Erika
Villanueva
En esta Nota:
La lujosa cena en la que estar sin ropa es la regla
La Füde Dinner Experience pretende mezclar el arte, la naturaleza y el amor propio en un solo lugar.
Publicado:
Actualizado:
Lunes, Abril 3, 2023 - 20:27
Pexels - Luke Barky
Mezclar el arte, las plantas y el desnudo, es la propuesta de Charlie Ann Max, la anfitriona de Füde Dinner Experience, que ha cautivado a cientos por su experimental propuesta en Nueva York (EE. UU.).
La artista y modelo se ha arriesgado a crear una cena en la que pretende crear “un espacio liberador que celebra nuestro yo más puro, a través de la cocina basada en plantas, el arte, la desnudez y el amor propio”, menciona en la página web.
Y aunque es una iniciativa que viene desarrollando desde 2020, fue el diario estadounidense The New York Time el que lo ha puesto nuevamente en boca de muchos.
Para ese entonces, Max comenzó a experimentar con eventos al desnudo en los que se destacan ejercicios de respiración sin ropa, así como esculturas al desnudo.
The Füde Dinner Experience.
Instagram - thefudeexperience
Cenas al desnudo: ¿de qué tratan y cuánto cuestan?
En un principio, estas cenas veganas se realizaban a través de una invitación, pero con el tiempo decidió abrirlas al público, pues se extendió a través de oca a boca y e Instagram.
Por lo que cada vez que se organizaba una de estas cenas experimentales terminaban agotándose, dice Max en el artículo, por lo terminó llena de solicitudes de personas que querían disfrutar de esta experiencia al desnudo en el mundo entero.
Y es que la atracción por estas cenas al desnudo puede cambiar de una persona a otra, pues unos buscan estar más conectados con su cuerpo, mientras que otros prefieren encontrar personas que sea igual de desinhibidas como ellos.
Cabe destacar que la lujosa cena puede tener un costo de 88 dólares, un poco más de 400.000 pesos colombianos, y está sujeta a la aprobación de la solicitud por parte de Max, para poder disfrutar de esta inusual propuesta.
Para la cena del mes de marzo, las invitadas llegaron a desnudarse al lugar, no tenían vestidores sino percheros en os que colocaban sus prendas y entraban a un comedor donde había una luz cálida con sábanas de seda, pareciendo cuadros renacentistas, algo que para la anfitriona “es muy romántico”.
Las asistentes en esta ocasión fueron mujeres que rondaban de los 20 a los 50 años o un poco más y en su mayoría iban solas, algo que es bastante habitual, dice la actriz.
Fuente:
Sistema Integrado Digital
