¿Por qué algunas mujeres sufren de infecciones urinarias después de la actividad sexual?
Conozca cuáles son los síntomas de estas infecciones y cómo prevenirlas.
Las relaciones sexuales son muy importantes para las personas porque no solo sirven para obtener placer, sino que también ayuda en la parte física y mental.
Sin embargo, hay algunas mujeres que presentan cuadros de infecciones del tracto urinarios y varios están relacionados con la actividad sexual, especialmente con el coito. Lo anterior afecta de manera negativa la calidad de vida de las mujeres y de sus parejas; porque cada nuevo episodio de IVU (infección de vías urinarias) se vuelve un drama, haciendo que se dé una conducta evitativa frente a la actividad sexual, incluso produciendo algún tipo de disfunción sexual femenina (bajo deseo, dolor o trastorno del orgasmo).
¿Qué tan frecuente es la IVU post coito?
No hay cifras exactas en Colombia, pero estudios han demostrado que entre el 30 % y el 40% de las IVU son postcoitales y se producen un tercio las mujeres en edad reproductiva.
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¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Aplazar la micción (aguantar)
- No orinar antes ni después de la actividad sexual
- Poca lubricación durante el coito
- Sexo casual sin protección
- Sexo anal sin protección y/o pasar a penetración vaginal sin cambio del preservativo y sexo oral sin protección.
- Bajo consumo de líquidos
En muchas ocasiones las mujeres pueden confundir síntomas vaginales con síntomas urinarios, haciendo que se automediquen, generando mayor resistencia antimicrobiana.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas pueden presentarse desde pocas horas hasta varios días después del coito, estos pueden iniciar con una leve molestia tipo ardor al inicio o final de la micción.
En ocasiones no cede espontáneamente y puede progresar presentando orinadera, sensación de no terminar de orinar o quedar con ganas, urgencia miccional que puede o no acompañarse de escape de orina (Incontinencia) y en casos más extremos presentar sangrado en la orina o volverse un cuadro que comprometa todo el organismo (compromiso sistémico).
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¿Cómo prevenirlo?
- Tomar abundantes líquidos (especialmente agua 2-3 litros al día).
- Siempre orinar antes y después de la actividad sexual
- Protección con preservativo, según las necesidades individuales
- Intentar no tener varias parejas sexuales (especialmente sin protección)
- Micción (orinar) cada 2 horas durante el día, con ganas o sin ganas.
- Consumo de jugos cítricos (limón o naranja). El jugo de arándanos tiene efecto solo por el aumento del volumen de líquido ingerido, porque para que estos produzcan un efecto protector, necesitan una concentración elevada de extracto de arándano.
- Evitar espermicidas o algún uso de sustancias intravaginales (jabones o duchas vaginales) que puedan cambiar el ph de la vagina (su acidez) favoreciendo la colonización bacteriana.
- Mejorar los cambios de la vagina que se han producido como efecto de la menopausia y que lleva a resequedad.
- Tener buenos hábitos de aseo
- Retirar dispositivos intrauterinos cuando estos puedan ser un factor predisponente adicional.
De acuerdo con la doctora Sandra García, médica Especialista en Urología y Medicina Sexual, “cuando los síntomas no ceden y por el contrario empeoran, es importante consultar con su médico de confianza o un urólogo. Este puede decidir iniciar tratamiento antibiótico, según sea el caso”.