Bolsonaro habría participado en un plan para hacer golpe de Estado, dice excomandante del Ejército

En las más recientes declaraciones de altos mandos militares brasileros, el expresidente Jair Bolsonaro fue implicado directamente en un supuesto complot para dar un golpe de Estado en 2023. La Policía Federal, tras evaluar los testimonios, consideró esclarecida la "participación efectiva" de Bolsonaro en estos planes, situándolo en la mira de investigaciones por delitos que incluyen golpe de Estado, intento de abolición del Estado democrático de derecho y organización criminal, entre otros.

La trama se develó a través de las declaraciones del entonces comandante del Ejército, general Marco Antônio Freire Gomes, quien ante investigadores reveló que Bolsonaro habría propuesto hipótesis para ejecutar un golpe de Estado. Durante reuniones con comandantes militares, el expresidente habría discutido la posibilidad de "utilizar instituciones jurídicas" para decretar la Garantía de Ley y Orden (GLO), Estado de Defensa o Estado de Sitio, con el fin de cuestionar los resultados electorales que consagraron a Luiz Inácio Lula da Silva.

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Un comunicado que recoge extractos de estas revelaciones indica que, en encuentros postelectorales en el Palacio de Alvorada, Bolsonaro expuso estas hipótesis, evidenciando una estrategia para cuestionar el proceso democrático. La participación de Bolsonaro en estos eventos, junto con altos funcionarios y asesores, que delinearon "fundamentos legales" para un proyecto de decreto golpista, resalta la gravedad de las acusaciones.

El documento citado, lleno de frases típicas de Bolsonaro sobre "jugar dentro de cuatro líneas", parece confirmar los intentos de alterar el orden democrático, declarando el Estado de Sitio y decretando la Operación de Garantía de la Ley y el Orden como medidas para perpetuar su poder más allá del 1 de enero de 2023.

Adicionalmente, declaraciones del entonces comandante de la Fuerza Aérea, Carlos de Almeida Baptista Junior, subrayan que Bolsonaro estaba consciente de la ausencia de fraude en las elecciones presidenciales de 2022, según lo determinado por la Comisión de Transparencia Electoral. A pesar de esto, Bolsonaro habría planteado dudas sobre la legitimidad del proceso electoral.

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Estas revelaciones, además de resaltar un supuesto conocimiento y descontento por parte de Bolsonaro ante la imposibilidad de mantenerse en el poder mediante mecanismos legales cuestionables, muestran el rechazo interno que generaron estas propuestas. Según se informa, Freire Gomes habría intentado disuadir a Bolsonaro de utilizar dichos mecanismos constitucionales para atentar contra el régimen democrático.

En respuesta, la defensa de Bolsonaro rechaza todas las acusaciones de intento de golpe de Estado, asegurando que el expresidente "nunca apoyó ningún movimiento o proyecto que no estuviera respaldado por la ley". Sin embargo, el cúmulo de testimonios y pruebas en su contra dilucida un panorama adverso para el exmandatario sobre los intentos de socavar las bases democráticas de Brasil.