Cambios en Rusia con la reforma constitucional ¿se avecina una dictadura?
Podría el presidente Putin perpetuarse en el poder hasta 2036.
Esta semana los rusos tomaron una decisión histórica y aprobaron con más de un 77% una reforma constitucional a la Carta Magna de su país firmada en 1993, que la oposición ha catalogado como un paso a que Rusia se convierta en una dictadura.
Las votaciones estaban programadas para el 22 de abril pero por causa de la pandemia por el coronavirus fueron aplazadas hasta el 25 de junio y extendidas durante siete días hasta el 1 de julio para evitar que se presentaran aglomeraciones en los puestos de votación y propagar la Covid-19.
Al publicarse finalmente los resultados se conoció que un 77,92% de los rusos votaron a favor del plebiscito constitucional, que para muchos es una autorización para que el presidente Vladimir Putin se instale en el poder casi que toda su vida.
La reforma constitucional plantea como principal cambio que el presidente pueda postularse a más periodos presidenciales, lo que abre la puerta para que Vladimir Putin siga en el poder hasta 2036, cuando tenga 84 años.
El mandato de Putin culminaría en 2024 tras otros seis años de gobierno, pero con esta reforma podría de nuevo presentarse a las elecciones y perpetuarse en el poder, lo que desde la oposición ha sido catalogado como un paso adelante para que Rusia se convierta en una dictadura.
En la reforma también se incluye la "fe en Dios" y bajo este argumento se prohíbe el matrimonio homosexual, al establecer en la Carta Magna que el matrimonio es una institución únicamente heterosexual (hombre y mujer), lo que desató críticas por discriminación a las parejas del mismo sexo.
Ahora pone a los niños como la prioridad en las políticas públicas debido a que la natalidad se ha reducido en los últimos años a niveles que preocupan a Rusia.
En materia económica, garantiza un mejor salario mínimo y en el tema de las pensiones en la vejez, se incluye que se haga una revisión teniendo en cuenta la inflación.
Ya en materia judicial, permitirá el nombramiento y el despido de jueces por parte del presidente ruso.
Aunque ganó la reforma, un 21,27% se mostró en contra de la modificación de la Constitución, siendo Nenetsia, en el Ártico, la única región de Rusia en la que no ganó el Sí al plebiscito, allí ganó el No con más de 55%