Diputados chavistas y opositores se fueron a los golpes dentro del Parlamento
Guaidó intentó saltar una reja del flanco oeste del Parlamento para ingresar pero le fue imposible.
El líder opositor Juan Guaidó trepando rejas del Palacio Legislativo, un diputado rival proclamándose como jefe parlamentario con apoyo del chavismo y el presidente Nicolás Maduro celebrando ese acto jugando a béisbol marcaron un caótico domingo en Venezuela.
Guaidó, con cien votos de legisladores opositores, fue ratificado en la sede de un periódico como presidente del Parlamento, apenas horas después de que Luis Parra, un congresista opositor rival, se proclamara jefe de la cámara con la bancada chavista respaldándole en pleno.
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Numerosos piquetes en los alrededores del Palacio Legislativo, montados desde tempranas horas de la mañana por militares y policías, impidieron el paso fluido de periodistas y parlamentarios, incluido el del propio Guaidó, quien forcejeó hasta llegar a las verjas que sellan el recinto.
Con el reconocimiento de medio centenar de países a cuestas, Guaidó intentó saltar una reja del flanco oeste del Parlamento para entrar y reelegirse en el cargo desde el que reclamó la presidencia encargada de Venezuela el 23 de enero de 2019, después de que la mayoría opositora parlamentaria declarara "usurpador" a Maduro.
Jóvenes militares con escudos antimotines lo empujaron, impidiendo al dirigente, vestido con su característico traje a medida, entrar al Parlamento.
Mientras Guaidó forcejeaba, la bancada oficialista festejaba como no lo hacía desde hace años dentro del Legislativo, único poder en manos de la oposición desde que ganara la mayoría calificada (112 de 167 escaños) en 2016. El chavismo se había retirado de la Asamblea Nacional después de que la justicia la declarara en desacato ese mismo año, pero regresó en septiembre pasado.
Con risas y vítores, el llamado 'Bloque de la Patria' respaldó la postulación de Parra, congresista que después de ser acusado de corrupción rompió con Guaidó hace un mes, pero que dice estar en contra de Maduro.
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"¡Levanten las manos!", pedían chavistas a gritos desde el podio presidencial del hemiciclo de sesiones, mientras los parlamentarios opositores que pudieron entrar, perplejos, miraban lo que tacharon de "show" y "golpe de Estado parlamentario".
Parra tomó un megáfono para proclamarse. Los micrófonos permanecieron apagados, controlados por la bancada opositora, hasta que chavistas forzaron su entrada a la sala de control golpeando la puerta a patadas. Entonces, la voz de Parra también retumbó.
"Queremos abrirle las puertas al futuro de este Parlamento", dijo el congresista en un discurso pronunciado entre cruces de gritos entre los bandos.
La algarabía resonaba en las decenas de curules vacías de varios opositores que no sortearon los piquetes y de los exiliados, refugiados o encarcelados después de que el Tribunal Supremo de Justicia -de línea oficialista- les abriera procesos penales.
"¡Golpistas!", gritaban por su parte opositores a Parra y a su nueva junta directiva, escogida a mano alzada, sin recuento de votos. Los aliados de Guaidó, entre una que otra risa sarcástica, mostraban caras largas.
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Sin embargo, luego de una fuerte lucha algunos diputados de la oposición lograron ingresar al hemiciclo, y al ver que la bancada chavista llevaban a cabo la elección del presidente sin la presencia de Juan Guaidó y la mayoría de los representantes, uno de los diputados se acercó hasta donde se encontraban sus colegas que simpatizan con el chavismo, para gritar desde allí ¡fraude!
Tal situación molestó de tal manera a los oficialistas, que a la fuerza intentaron sacar al opositor generando así una confrontación que terminó en golpes.
Diputados chavistas y opositores se fueron a los golpes dentro del Parlamento