Elecciones EEUU: ¿Cuáles son los otros tres candidatos, además de Trump y Harris?
Trump y Harris no son los únicos que aparecerán en la papeleta durante las elecciones de EEUU el próximo martes.
El próximo 5 de noviembre, Donald Trump y Kamala Harris no serán los únicos en las papeletas electorales como candidatos a la presidencia de Estados Unidos. Figuras como Claudia de la Cruz, Jill Stein y Chase Oliver también aparecerán en algunos estados tras haber alcanzado el hito de convertirse en candidatos.
"Es evidente lo difícil que puede ser presentarse como candidato fuera del sistema bipartidista; se crean barreras que complican el acceso a las urnas", cuenta a EFE Chase Oliver, candidato del Partido Libertario.
Con una recaudación de unos 440.000 dólares —cifra pequeña comparada con los más de 1.000 millones que han recaudado Trump y Harris—, Oliver ha logrado presencia en 47 de los 50 estados, destinando la mayor parte de los fondos a cumplir con las diversas leyes estatales que permiten su postulación.
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El "efecto saboteador a terceros partidos" en la democracia estadounidense excluye a partidos menores y a candidatos independientes, afirma.
En un sistema de "mayoría simple", diseñado para favorecer a los dos grandes partidos históricos, el Republicano y el Demócrata, es difícil obtener representación real, explica a EFE Kirk A. Randazzo, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Carolina del Sur. En cambio, en los sistemas de "votación proporcional", los partidos pequeños "tienen más posibilidades de elegir a sus candidatos con márgenes menores".
Oliver destaca también la manipulación de los distritos electorales, en los cuales demócratas y republicanos crean distritos seguros para sí mismos.
Republicanos y demócratas imponen trabas
El profesor Stephen C. Craig de la Universidad de Florida recuerda que "prácticamente todas las leyes estatales de acceso electoral son redactadas por republicanos y demócratas, quienes no desean facilitar la competencia".
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Claudia de la Cruz, candidata del Partido Socialismo y Liberación (PSL), estará en 21 estados y afirma que participar en política para impulsar cambios es casi imposible. "El Partido Demócrata ha destinado 100 millones de dólares solo para batallas legales contra partidos de tercera línea", afirma a EFE.
"Hay una gran inversión de recursos de los partidos Demócrata y Republicano para evitar la presencia de partidos independientes tanto en las urnas como en los debates", agrega. Según De la Cruz, es "un proceso antidemocrático que margina a los grupos independientes y las voces progresistas y socialistas".
¿Tienen los candidatos menores algún impacto en el resultado final?
Aunque parece imposible que los partidos menores ganen, Thomas Whalen, profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Boston, señala que "históricamente han marcado la diferencia".
Por ejemplo, en 2000, Ralph Nader recibió solo el 1 % de los votos en Florida, suficiente para inclinar la balanza a favor de George W. Bush sobre Al Gore. O Ross Perot, quien en 1992 restó votos a George H.W. Bush, permitiendo el triunfo de Bill Clinton.
Randazzo se refiere a ellos como los "aguafiestas" de los grandes partidos debido a los votos que les restan, recordando a Jill Stein del Partido Verde, quien fue clave para la derrota de Hillary Clinton en 2016.
Con las encuestas empatadas entre Harris y Trump, Stein vuelve a ser una posible piedra en el zapato para los demócratas, especialmente por el apoyo de EE.UU. a Israel en la guerra de Gaza. En una reunión virtual con medios en español, arremetió contra quienes la acusan de "robar" votos a los demócratas.
Su nombre aparecerá en la papeleta de una treintena de estados, incluido el decisivo Míchigan, con gran población árabe y donde los demócratas temen que el apoyo de Joe Biden a la guerra de Gaza les pase factura. Este temor ha estado presente en la campaña, con un anuncio demócrata en el que advierten que "un voto para Stein es un voto para Trump". Para ella, recibir el ataque demócrata es "un motivo de orgullo".