En homenaje a equipo de prensa asesinado por 'Guacho' publican sentido libro
El diario ecuatoriano El Comercio realizó el y publicó el texto.
El diario ecuatoriano El Comercio puso hoy en circulación una antología de reportajes y fotografías que ha publicado en las últimas dos décadas, relativas a la situación en frontera norte, donde en marzo pasado fue secuestrado uno de sus equipos de prensa y asesinado en cautiverio.
"Mataje no era un territorio inexplorado para Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra. Antes de que fueran secuestrados la mañana del 26 de marzo del 2018 ya habían publicado reportajes y fotografías que daban cuenta de la realidad de la parroquia y de otras poblaciones de la frontera", indica el diario.
Hace referencia así al periodista Ortega, el fotógrafo Rivas y el conductor Segarra, quienes se desplazaron a la zona fronteriza para recabar información sobre la situación en la zona.
Añade que otros equipos de esa casa editorial también habían ido a la zona desde el recrudecimiento de las acciones delictivas en San Lorenzo, a finales de enero pasado, cuando estalló un coche bomba cerca de un cuartel policial.
"Solo era la continuación de un trabajo periodístico iniciado en 1999, luego de que el Ecuador firmara la paz con el Perú y se dedicara a explorar los fenómenos de violencia e ilegalidad en la frontera norte", añade.
El libro "Periodistas en la frontera, dos décadas de reportajes" es también un homenaje "a las decenas de periodistas, fotógrafos y conductores que se han desplazado hasta distintos puntos de los 586 kilómetros de frontera que comparten Ecuador y Colombia, para cumplir con el indelegable papel social de informar a nuestros lectores", anota.
El libro tiene cuatro capítulos temáticos, con 73 reportajes y cuatro entrevistas, y ofrece, además, tres semblanzas y 80 fotografías.
El equipo de prensa, que había viajado el 25 de marzo a la zona fronteriza, fue secuestrado un día después y el jefe de Estado, Lenín Moreno, confirmó el asesinato el 13 de abril, presuntamente a manos de disidentes de las Farc.
Desde entonces sus restos están en paradero desconocido, pese a los llamamientos de los gobiernos de Ecuador y Colombia, y la disposición de organizaciones como la Cruz Roja Internacional para recuperar los cuerpos, lo que ha llevado a los familiares a seguir una campaña regional para lograr una pronta solución a su situación.