Helicoide, el centro comercial que se convirtió en sitio de torturas
Se trata del centro de detención y tortura más grande de América Latina.
En el centro de Caracas, Venezuela, reposa uno de los edificios más extraordinarios que posee la ciudad, estaba estipulado para ser uno de los centros comerciales más grades y poderosos del territorio, con helipuerto, hotel, más de 300 tiendas, un domo giratorio y una infinidad de lujos que solo un lugar como el helicoide podría poseer.
Su diseño y originalidad fue en su momento un símbolo de poderío y riqueza, a tal punto que artistas como el poeta Pablo Neruda y el pintor Salvador Dalí lo describieron como una "creación exquisita".
"El Helicoide enmarcaba la idea de movilidad social, prosperidad, desarrollo y modernidad. Iba a ser una vitrina de todo lo que Venezuela pudo haber sido", indica Lisa Blackmore, coautora del libro Downward Spiral: El Helicoide's Descent from Mall to Prison (2018) a la BBC.
Hoy en día el Helicoide esta convertido en un centro de tortura, retención y muerte, nunca abrió sus puertas como un centro cultural. El Helicoide se convirtió con el pasar del tiempo en la prisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
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Su historia refleja la miseria de un país, que se encuentra en caos, luego de haber sido uno de los más ricos de Latino América.
"Es la historia de la inmensa pobreza urbana que existe en un país bañado de petróleo. Es un lugar que refleja el autoritarismo con el que se maneja el país, el declive económico y la polarización política", menciona Blackore a la BBC.
En las instalaciones de lo que algún día sería el centro comercial más grande de Latino América, reposan criminales, activistas políticos, protestantes de la oposición y cualquier ciudadano que se mostrara en descuerdo con el gobierno del actual presidente Nicolas Maduro.
Más de 3.000 personas eran detenidas por el gobierno, para practicarles múltiples violaciones en donde se incluían tortura Psicológica y física con el objetivo de crear miedo en la población y en algunos de los casos conseguir información que fuera útil para el gobierno.
Diferentes ONG, la Amnistía Internacional, la organización de los Estados Americanos y el foro Penal han tenido conocimiento del calvario que se vive tras cruzar la puerta del Helicoide, las múltiples denuncias de los detenidos fueron recopiladas en un sistema de información de seguridad.
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Diferentes técnicas de tortura como asfixiar a la persona con una bolsa plástica, conectar cables de corriente a los testículos y garganta, la falta de atención médica, las palizas desenfrenadas y en ocasiones, puede sonar absurdo, el secuestro dentro del mismo Helicoide eran las practicas que a diario vivían los presos.
Muchos morían en las instalaciones, otros se suicidaban y muy pocos lograban salir con vida del centro de tortura.
Hoy el Helicoide sigue en pie como el centro de presos políticos, con la autoridad en su mando y sin posibilidades de ser intervenido pues es imposible acercarse a este lugar para siquiera tomar una fotografía.