Investigan supuesta filtración de operación policial a hijo de Jair Bolsonaro
Al parecer, se trata de unas filtraciones en investigaciones por corrupción.
La Policía Federal brasileña anunció este domingo que abrió una investigación para establecer la veracidad de las denuncias según las cuales uno de sus comisarios le filtró a un hijo del presidente Jair Bolsonaro informaciones sobre una investigación policial sigilosa que lo salpicaba por corrupción.
La denuncia fue hecha en una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, en la que el empresario Paulo Marinho, un importante aliado de Bolsonaro durante la campaña electoral de 2018 pero que terminó alejándose del jefe de Estado, afirmó haber tenido conocimiento de la irregularidad.
De acuerdo con Marinho, el propio senador Flavio Bolsonaro, el hijo mayor del líder ultraderechista y de quien es suplente en el Senado, le relató que un comisario de la Policía Federal lo alertó sobre una investigación que terminaría salpicándolo, lo que le dio tiempo a reaccionar antes de que la información perjudicara su campaña electoral y la de su padre.
Flavio Bolsonaro, que fue elegido senador por el estado de Río de Janeiro en octubre de 2018, es investigado por la Fiscalía y por la Policía Federal por movimientos financieros atípicos identificados en su cuenta bancaria y en la de 74 excolaboradores suyos en el Concejo de Río de Janeiro cuando ejercía un mandato como concejal.
La investigación comenzó a raíz de sospechas sobre movimientos bancarios irregulares de Fabricio Queiroz, un exasesor de Flavio Bolsonaro y por cuya cuenta bancaria pasaron en el periodo de un año 1,2 millones de reales (hoy unos 206.900 dólares), una cifra muy superior a sus ingresos.
La Fiscalía sospecha que todos los funcionarios contratados por Flavio Bolsonaro en su despacho como concejal tenían que entregarle parte de su salario y que lo hacían mediante repases a Queiroz.
De acuerdo con el relato de Marinho, Flavio Bolsonaro fue alertado antes de las elecciones de que la Justicia había ordenado el arresto de Queiroz y de otros investigados, lo que le permitió diseñar una estrategia para reducir los daños que esa información podría provocar en su campaña electoral y la de su padre.
La operación, sin embargo, sólo fue realizada después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2018 cuando Bolsonaro ya había sido elegido presidente.
La dirección de la Policía Federal informó en un comunicado este domingo que las declaraciones de Marinho muestran "una eventual actuación irregular" de uno de sus comisarios y que, por ese motivo, decidió abrir una investigación por posibles "desvíos de conducta".
La entrevista del empresario tuvo una amplia repercusión política y llevó a algunos dirigentes de la oposición a asegurar que pedirán que se investigue si Bolsonaro fue favorecido con informaciones privilegiadas antes de las elecciones, lo que calificaron como un "fraude electoral".
La Fiscalía, por su parte, informó de que analizará las declaraciones de Marinho para determinar si las incluye en la investigación que ya abrió contra Bolsonaro sobre supuestas "injerencias políticas" en la Policía Federal.
Tal investigación fue abierta luego de que el exministro de Justicia y exjuez Sergio Moro acusara al jefe de Estado de intentar intervenir en la Policía Federal para poder nombrar comisarios favorables a sus intereses en Río de Janeiro, en donde el organismo investiga a dos de sus hijos por corruptelas.
El exministro, famoso por su combate a la corrupción como juez, aseguró que tales presiones quedaron evidentes en una reunión que Bolsonaro tuvo con sus ministros a finales de abril, por lo que la Corte Suprema requisó el vídeo del encuentro y lo puso a disposición de fiscales y policías responsables por la investigación.
En un trecho del vídeo, según los abogados de Moro, Bolsonaro da a entender, sin citar nombres, que quiere cambios en los organismos de seguridad de Río por casos relacionados con su familia.
El mismo día después en que Moro renunció al cargo tras denunciar "presiones inaceptables" para realizar cambios en la Policía Federal, Bolsonaro destituyó al director del organismo, Mauricio Valeixo, y lo sustituyó por Alexandre Ramagem, un comisario con conocidos lazos de amistad con sus hijos.
Por esa proximidad, el nombramiento de Ramagem fue anulado por un juez de la Corte y el presidente designó entonces para el cargo a Ronaldo Souza, cuya primera decisión fue destituir al superintendente de la Policía Federal en Río de Janeiro.