Las consecuencias por la salida de EE. UU. del acuerdo nuclear con Irán
El tratado entró en vigor en 2016 y contiene limitaciones de entre 10 y 25 años de aspectos del programa nuclear iraní.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que abandona el acuerdo nuclear firmado entre Irán y seis grandes potencias (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) en julio del año 2015 en Viena.
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El tratado tiene más de 100 páginas y entró en vigor en enero de 2016, después de que el Organismo de Internacional de Energía Atómica (OIEA) esclareciera las últimas dudas sobre los orígenes e intenciones pasadas del programa nuclear de Irán.
A cambio del acuerdo, que contiene limitaciones de entre diez y 25 años de diferentes aspectos del programa nuclear, la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos, levantó en 2016 las sanciones que castigaban la economía iraní.
Los principales puntos del acuerdo, llamado en inglés "Joint Comprehensive Plan of Action" (Plan General Conjunto de Acción, JCPOA), son los siguientes:
Limitaciones
Irán se compromete a no enriquecer uranio por encima del 3,67 % durante al menos 15 años. El uranio para fines pacíficos sólo requiere de un enriquecimiento de hasta el 5 % mientras que para alimentar un arma nuclear se requiere que ese material se purifique hasta el 90 %.
Irán se compromete a reducir en unos dos tercios sus centrifugadoras y pasará de tener cerca de 19.000 de éstas a 6.104, y de ellas, solo 5.060 podrán enriquecer uranio en los primeros 10 años. Todas estas máquinas serán el tipo IR-1, centrifugadora de primera generación, las menos avanzadas. Irán también se compromete a reducir de 12.000 a 300 kilos sus reservas de uranio de bajo enriquecimiento por un período de 15 años, y a no construir nuevas instalaciones con el propósito de enriquecer uranio durante ese mismo periodo de tiempo. Con estas medidas se pretende que el tiempo que requeriría Irán si quisiera adquirir suficiente material fisible para alimentar un arma atómica pasará de los actuales 2 a 3 meses a, por lo menos, a un año.
Irán modificará la planta de Fordo de modo que ya no pueda enriquecer uranio allí durante al menos 15 años. Irán sólo podrá enriquecer uranio en la planta de Natanz, con sólo 5.060 centrifugadoras de primera generación durante los primeros diez años. Además, se compromete a retirar durante diez años su maquinaria más avanzada. Además limitará la investigación y el desarrollo de maquinarias avanzadas, imprescindibles para purificar uranio.
Remodelación del reactor de agua pesada en Arak
Irán rediseñó y remodeló un reactor de investigación de agua pesada en Arak, para que evitar que produzca plutonio, otro material que puede ser usado para una bomba nuclear. Irán envió todo el combustible usado del reactor fuera del país. Irán no debe acumular agua pesada por encima de las 130 toneladas y ha estado vendiendo ese material sobrante en el mercado internacional. Irán no construirá ningún reactor adicional de agua pesada durante 15 años.
Embargo de armas
La prohibición de importación y exportación de armas se extendía para Irán por cinco años más (hasta 2021), mientras que el embargo de compuestos para su programa de misiles balísticos se mantenía durante ocho años (hasta 2024).
Alivio de sanciones
Irán vio aliviadas las sanciones internacionales que pesan sobre el país si cumple con sus compromisos. EE. UU. y la Unión Europea suspendieron sus sanciones relacionadas con actividades nucleares después de que el OIEA verificó que Irán cumpliera con lo acordado. Si en algún momento Irán no cumple con lo pactado, existe un mecanismo para que las sanciones vuelan rápidamente a entrar en vigor.
Medidas de transparencia
El OIEA tiene acceso regular a todas las instalaciones nucleares de Irán. Los inspectores de la ONU supervisaron toda la cadena de suministro que sustenta ese programa nuclear. En el caso de sospecha, los inspectores pueden acceder también a instalaciones militares y una comisión conjunta de las partes analiza cada tres meses casos en disputa.
Irán aplica de forma voluntaria el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación (TNP), que otorga mayor acceso e información a los inspectores del OIEA.
Las consecuencias
Los europeos dijeron que permanecerán en el acuerdo incluso con la ausencia de los estadounidenses. Pero los diplomáticos están preocupados por lo que harán las empresas del Viejo Continente: si, asustadas por la incertidumbre y la amenaza de las sanciones estadounidenses, deciden abandonar Irán o congelar sus inversiones, esto podría endurecer la reacción iraní.
Los expertos también están analizando una decisión que a primera vista es técnica pero está potencialmente cargada de consecuencias: ¿Trump también restablecerá las disposiciones que castigan a las empresas europeas o asiáticas que hacen negocios con entidades iraníes? También de esto depende la reacción de los europeos y, al final, de los iraníes.
Los líderes iraníes han emitido señales contradictorias, entre el apego al texto incluso en ausencia de Estados Unidos y la amenaza de un relanzamiento "acelerado" del programa nuclear. El tono se ha endurecido en las últimas semanas, los inspectores internacionales ya no tendrán el mismo poder de verificación.
El acuerdo prevé un "mecanismo de resolución de disputas". Si Irán lo sigue, indicaría su voluntad de no cerrar la puerta de inmediato.
La comisión de seguimiento del acuerdo, que incluye a todos los signatarios, examinaría la crisis, posiblemente a nivel de cancilleres, y luego, a falta de solución, se pasaría a un comité de tres árbitros. Esto daría lugar a casi dos meses de negociaciones antes de que Irán decida, eventualmente, juzgar sus compromisos como caducos.
Con información de AFP y EFE