López Obrador promete normalizar suministro de combustible en México
El mandatario no dio una fecha para que se normalice el abasto de combustible,
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió este sábado que se normalizará el abasto de combustible tras varios días de escasez atribuida a su estrategia contra el robo de gasolinas.
"Poco a poco se va a ir normalizando la situación, no caigamos en pánico en compras precipitadas, si tienen combustible, no se preocupen, no se va a acabar la gasolina, administren lo que tienen", dijo el mandatario en un video difundido en sus redes sociales.
El gobierno decidió cerrar los ductos que transportan la gasolina y trasladar el combustible en camiones cisterna, lo que ha generado retrasos en su distribución y largas filas de automovilistas en las gasolinerías.
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El mandatario no dio una fecha para que se normalice el suministro de combustible, aunque reiteró que en el país hay gasolina y diésel suficiente para atender la demanda.
"Tenemos gasolina y diésel suficiente en el país, hay reservas suficientes de gasolinas, es cosa nada más de cambiar el sistema de distribución, controlar los ductos, porque antes los tenían abiertos por completo y se ordeñaban", dijo.
El mandatario negó también que se esté comprando menos gasolina en Estados Unidos, como lo publicó la víspera el influyente diario The Wall Street Journal.
"Es falso lo que dice un periódico de Estados Unidos de que estamos comprando menos gasolina en el extranjero. No, desgraciadamente, estamos comprando más", dijo.
"El desabasto es por el combate al huachicol (robo de gasolina), nada más que parece que este periódico no hizo la investigación suficiente", agregó.
El diario había publicado que México redujo las importaciones de gasolina y crudo ligero de Estados Unidos desde que López Obrador asumió la presidencia el 1 de diciembre pasado.
Señaló que desde esa fecha se ha importado un promedio de 350.000 barriles por día, una disminución de 28% respecto a diciembre de 2017 y enero de 2018.
A finales de diciembre, López Obrador anunció un plan para detener el robo de combustible, que en 2017 ocasionó pérdidas por 60.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares).
El plan del gobierno implica la vigilancia por parte de las fuerzas armadas de 50 puntos estratégicos de Pemex y catalogar el robo de combustible como un delito grave sin derecho a fianza.
El robo de combustible a Pemex, que involucra a cárteles de la droga, ha crecido durante los últimos años. En 2017 se detectaron 10.363 tomas clandestinas en los conductos de la petrolera, y en 2018 se tenía reporte de 12.581 hasta octubre.