Partido del Brexit ganó elecciones europeas en Reino Unido
La semana pasada la primera ministra británica anunció su renuncia tras no lograr un acuerdo sobre el brexit.
El Partido del Brexit, del eurófobo Nigel Farage, ganó las elecciones europeas en Reino Unido, mientras los conservadores de la dimisionaria Theresa May sufrieron un duro revés que aumentará la presión sobre su sucesor para buscar una salida neta de la UE.
Según los resultado finales, el Partido del Brexit, fundado por Farage a principios de año, obtuvo 31,6 % de los votos.
Los liberales demócratas, proeuropeos, llegaron en segundo lugar con 20,3 %, el Partido Laborista obtuvo 14,1 % y los Verdes 12,1 %. Los conservadores de la primera ministra Theresa May consiguieron apenas 9,1 %, su peor resultado en elecciones nacionales en 200 años.
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"Ahora tenemos un mandato, exigimos ser parte del equipo de negociación para que este país esté listo para salir de la UE", lanzó Farage ,que en 2014 ya había encabezado las elecciones europeas en Reino Unido con el eurófobo UKIP y contribuyó a la victoria del Brexit en el referéndum de junio de 2016.
Theresa May anunció el viernes su renuncia tras un alud de críticas a su actitud negociadora con Bruselas y sus concesiones a la oposición laborista.
Dentro de dos semanas comenzará la carrera entre los conservadores para suceder a la primera ministra y, a la vista de estos resultados, los candidatos que aspiren a movilizar a la formación y al país tendrán la tentación de cortar claramente los puentes con la Unión Europea.
"Las pérdidas para el Partido Conservador están siendo interpretada por gran parte de los candidatos como que tienen que empujar hacia un Brexit más duro y eso es lo que las bases del partido sacan como conclusión", dijo a la AFP el politólogo Stephen Barber, profesor de la Universidad de Bedfordshire.
Una victoria del Partido del Brexit "confirmará al gobierno en su misión de llevar a cabo un devastador Brexit sin acuerdo", advirtió hace poco la candidata proeuropea Rachel Johnson.
Una opinión que gana importancia ahora que su hermano, el exministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, se alza como favorito para suceder a May.
"Un peso bastante equilibrado"
"Nadie sensato apuntaría exclusivamente a un Brexit sin acuerdo. Nadie responsable quitaría de la mesa un Brexit sin acuerdo", escribió Boris Johnson en su columna del lunes en el Daily Telegraph, presagiando, si es elegido para liderar su partido y el gobierno, una dura renegociación con la UE.
En las colas frente a los colegios electorales, muchos británicos expresaron el jueves su frustración por el estancamiento político casi tres años después del referéndum de 2016 en que la balanza se decantó por el Brexit: 52 % a 48 %.
Reino Unido debía haber abandonado el bloque el pasado 29 de marzo, pero ante el férreo rechazo del Parlamento al acuerdo negociado por May -que para los proeuropeos aleja demasiado al país de la UE y para los euroescépticos lo mantiene demasiado cerca- la fecha fue aplazada dos veces, ahora hasta el 31 de octubre.
Esto significa que los eurodiputados surgidos de estos comicios que nunca debieran haberse organizado ocuparán sus escaños apenas unos meses, hasta que el nuevo primer ministro encuentre el modo de sacar al país del bloque.
A menos que Londres se vea abocado a pedir una tercera prórroga, cuya aceptación por los 27 es más que incierta.
Junto a la victoria del Partido del Brexit, y el castigo a unos conservadores incapaces de cumplir con lo prometido, los resultados de las elecciones europeas muestran también un respaldo considerable a los partidos proeuropeos.
Juntos, liberaldemócratas, verdes, Change UK y otras pequeñas formaciones sumaban arededor del 37 %.
"El apoyo para el Partido del Brexit no es más de un tercio de los votos y sumados los partidos proeuropeos tienen incluso un poco más, así que hay un peso bastante equilibrado para ambos bandos y eso que la participación (37%), aunque sea la más alta nunca en unas elecciones europeas, es la mitad que la del referéndum", agrega Barber.
Se hace patente así que persiste la división del país. A imagen de esos manifestantes probrexit y antibrexit que, armados unos con la bandera europea y los otros con la británica Union Jack, protestan codo a codo casi a diario frente a un Parlamento de Westminster que hasta ahora ha sido incapaz de satisfacer ni a unos ni a otros.