¿Quién vive en la casa de Hitler?
En un momento de la historia, pensaron en demoler la estructura.
Después de culminar la II Guerra Mundial, el gobierno de Austria decidió arrendar la casa donde nació Adolf Hitler. Gerlinde Pommer vivió allí por más de 40 años, hasta que, en 2016, el Estado decidió arrebatarle la vivienda a la mujer pese a que ya la había adquirido lealmente.
Antes de poder comprar la vivienda, Pommer vivía allí bajo el compromiso de permitir que dentro de sus instalaciones pudiera funcionar un centro para discapacitados, una categoría para la población que fue víctima del régimen nazi.
Pero a partir de 2011, la mujer vetó a todos el uso del edificio por el que recibía un alquiler mensual de 4.800 euros.
Lea también: En EE.UU. instalan buzón para "depositar" bebés no deseados
A raíz de esto, el Estado decidió expropiarla y pagar por ella la suma de 310.000 euros, sin embargo, Gerlinde emitió una demanda por más dinero.
El pasado martes Austria anunció que apeló un reciente juicio de un tribunal regional que le ordena pagar 1,5 millones de euros a la expropietaria de la casa, pues considera que sobrepasa el valor del inmueble.
No ocupada, la casa donde el dictador nació, en 1889, se convirtió en un lugar de cita de nostálgicos del III Reich, conduciendo al gobierno a decidir la apropiación de la casa, a la que se oponía Pommer. Actualmente, un procedimiento ante la Corte Europea de Derechos Humanos sigue en curso.
La idea de una demolición de la casa fue reemplazada por un proyecto de profundo cambio arquitectónico, para que no se pueda volver a identificar el edificio.
Le puede interesar: El maniquí que inquieta a sus visitantes en México
El Estado austriaco se volvió propietario hace tres años de esta casa citadina, situada en el centro de Braunau-am-Inn, en la frontera alemana, tras un largo procedimiento de expropiación destinada a facilitar el control del uso de la edificación cargada con un pasado molesto.
Y es esta historia la que le da valor a la imponente edificación, sin prestigio arquitectónico especial, indicó el tribunal de primera instancia.
El Estado considera por el contrario esta evaluación muy elevada si se tienen en cuenta los alquileres que pagó durante años hasta la confiscación de la casa y los gastos invertidos en ella.