“Si te toca por menos de 10 segundos no es crimen”, indignante decisión de juez por abuso a una joven

Una ola de indignación a nivel mundial ha generado la decisión de un juez que determinó no condenar a un sujeto que manoseó a una joven de 17 años por considerar que no fue un crimen porque la tocó "menos de 10 segundos".

El incidente tuvo lugar en una escuela de Roma en abril de 2022, cuando el conserje Antonio Avola, de 66 años, metió la mano en los pantalones de una estudiante de 17 años, le tocó las nalgas y le quitó la ropa interior.

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A pesar de esta indignante situación, el juez decidió no castigar al conserje que claramente cometió un acto de abuso.

Después de ser denunciado a la policía por la víctima, Avola confesó el acto y afirmó que lo había hecho como "una broma". Los fiscales habían exigido que el anciano recibiera una sentencia de prisión de tres años y medio por agresión.

Pero esta semana, el juez absolvió a Avola de todos los cargos porque manosear menos de 10 segundos “no es un delito”.

Debido a esta situación, la mujeres italianas están compartiendo videos de ellas mismas frotándose los senos en protesta por la decisión de un juez que se negó a castigar al conserje.

Incluso, el actor italiano Paolo Camilli publicó un video en su cuenta de TikTok filmándose a sí mismo frotándose el pecho en silencio durante casi 10 segundos.

Su publicación provocó una ola de protestas en las redes sociales, con los hashtags #10secondi (10 segundos) y #palpatabreve (toqueteo breve) utilizados para compartir la indignación.

La estudiante expresó su molestia con la decisión de la corte de no castigar a Avola: "¿Los jueces dictaminaron que estaba bromeando? Bueno, no fue una broma para mí", dijo el estudiante a la publicación italiana Corriere della Sera.

En ese sentido, dio detalles de como fue tocada por el hombre de 66 años: "El conserje vino por detrás sin decir nada. Puso sus manos en mis pantalones y mi ropa interior. Me tocó las nalgas... Esto no es una broma para mí. Así no es como un anciano debería bromear con un adolescente".

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Finalmente, la joven de 17 años, manifestó su decepción de la justicia italiana: "Empiezo a pensar que me equivoqué al confiar en las instituciones".