Crimen de porrista de Millonarios: las supuestas irregularidades en la investigación

El investigador John William Zuluaga reveló un informe que revelaría las graves falencias en la investigación que se adelantó por el asesinato de la joven Luisa Fernanda Ovalle Chávez registrado el 30 de noviembre de 2013 en inmediaciones al Parque Los Ángeles en el barrio Castilla en el suroccidente de Bogotá.

En su intervención el investigador privado aseguró que el informe tenía como objetivo conocer las circunstancias de tiempo, modo y lugar que rodearon el crimen de la joven de 17 años, quien fue atacada con arma blanca cuando llegaba a su casa, así como establecer la participación de Hugo Fernando Zabaleta Sossa.

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Zuluaga, quien hace parte de los testigos de la defensa, señaló que el documento contiene “labores de vecindario”, la revisión de las fotografías y videos del lugar donde se presentaron los trágicos hechos, análisis de la línea celular de Zabaleta Sossa y un trabajo de campo en el parque donde fue atacada la joven porrista de Millonarios.

En el primer punto reveló que ante un oficio enviado la Policía Metropolitana de Bogotá se le informó que el 3 de julio de 2018 se había recolectado el testimonio de una persona identificada como ‘El Mono’, quien dijo que tenía información sobre el paradero de Hugo Fernando Zabaletta Sosa, quien era requerido por un juez por su presunta participación en el delito de homicidio agravado.

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Debido a esto, el 17 de julio el Comité de Pago de la Policía autorizó la cancelación de 10 millones de pesos como recompensa por la información que entregó, sin embargo, no había sido posible contactarlo puesto que hacía parte del Programa de Protección de Testigos de la Fiscalía General.

‘El Mono’ era el nombre clave de Juan Gabriel Villabón Guarnizo, quien aseguró haber visto a Hugo Alejandro atacar físicamente a Luisa Fernanda en repetidas oportunidades con arma blanca. “Existe una falencia puesto que no se sabe si solamente le pagaron la recompensa por la ubicación y no por la colaboración efectiva de la investigación”.

El investigador reveló que existían tres líneas de investigación. En 2014, las autoridades indagaron a un compañero de Luisa Fernanda “de nombre Cristian”. Dos años después se conoció la declaración de un taxista que aseguraba que escuchó cuando un pasajero le manifestó a su acompañante que él “había hecho eso” y después se vinculó a Hugo Alejandro Zabaleta Sossa.

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Zuluaga señaló que al hacer una revisión de las fotografías de Hugo Alejandro Zabaleta Sossa que se utilizaron para hacer su respectiva identificación se presentó “lago curioso”. Explicó que en este tipo de situaciones se utiliza siempre la foto de la cédula de ciudadanía.

Cuando se verifica la imagen que fue reconocida por el testigo clave, el investigador aseguró que existió una alteración “por Photoshop” lo que afectó notablemente los rasgos de Zabaleta. “En la imagen No. 3 aparece una persona joven de cabello bien motilado, chaqueta hasta el cuello, orejas con lóbulo adherido, nariz normal”.

En la fotografía original -la cual nunca fue entregada por los investigadores de la Dijín- aparece Hugo Fernando "más caridelgado", el pelo como si tuviera gel, el contorno de los labios mucho más delgados y una chaqueta que le llega hasta el cuello.