Masacre en Manizales: Impactantes detalles del crimen que conmocionó en Caldas
La investigación determinó que se trató de un crimen pasional.
Un juez de Caldas avaló el preacuerdo firmado entre Brayan Aguirre Montoya y la Fiscalía, luego de que el capturado aceptara su responsabilidad en los hechos ocurridos el pasado 25 de agosto en una finca de Manizales, donde fueron asesinadas 5 personas a manos suyas.
Tras este preacuerdo, en el que Aguirre Montoya aceptó los cargos por homicidio agravado y porte ilegal de armas, el juez Quinto Penal del Circuito dictó sentencia condenatoria en contra del hombre que deberá someterse a una pena de 30 años de prisión en establecimiento carcelario.
Pese a que en este caso se ha mostrado justicia, las víctimas aún no se encuentran conformes, pues expresaron que no fue una pena muy alta, teniendo en cuenta que acabó con cinco vidas, además de la gran tristeza que les dejó a cinco familias.
Sin embargo se ha destacado el trabajo que han realizado las autoridades a cargo del caso, quienes desde el primer momento en que se registró la masacre realizaron un exhaustivo trabajo para dar con los responsables, logrando esclarecer en detalle todo este caso que terminó siendo un plan macabro producto de los celos.
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Pues en el resultado final los investigadores de la Sijín lograron determinar que esta masacre que conmocionó a los habitantes de Caldas se trató de un crimen netamente pasional, pese a que unas versiones preliminares habían indicado que se trataría de una venganza y otras señalaban un tema de ajuste de cuentas por microtráfico.
Pero para llegar a la conclusión final fue necesaria la conformación de un equipo de alto nivel entre Policía Judicial de la SIJIN y CTI Manizales el cual realizó una minuciosa investigación en la que a través de las pruebas recolectadas se pudo conocer el paso a paso del hombre que acabó con la vida de estas cinco personas y dejó gravemente herida a una más.
Paso a paso del crimen
La FM conoció los resultados de esta investigación y logró la reconstrucción de los hechos que iniciaron días antes al 25 de agosto cuando se desató el crimen entre las 10:00 p.m. y las 2:00 a.m. en la vereda kilómetro 41, corregimiento Colombia, del municipio de Manizales.
Según conocieron los investigadores, Brayan Aguirre Montoya tenía una relación que a principios de agosto llegó a su fin por decisión de la mujer, una situación que el hombre no tomó con calma y, por el contrario, se negó a aceptar. Es por esto que durante los días siguientes Aguirre inició un asedio hacia su exnovia, acosándola para que volvieran y hasta amenazándola si llegaba a iniciar una relación con otra persona.
La mujer, aunque no le demostraba temor a Brayan decidió contar a sus familiares y amigos cercanos sobre el comportamiento de su exnovio, alertando sobre la situación. Pasaron los días y la joven decidió planear una salida a un campamento junto a su grupo de amigos, un plan que por supuesto no incluía a Aguirre Montoya.
Se llegó el 19 de agosto y la joven, junto a ocho amigos más, se desplazó hacia una vereda en la que pasarían unos días, no sin antes comentar nuevamente a sus familiares el temor que sentía sobre el acoso y amenazas de Bryan.
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Pero, pese a que ni ella ni sus familiares hablaron con el hombre, él de alguna manera se enteró que su exnovia se encontraba de paseo con amigos, algo que despertó su ira y celos obsesivos, llevándolo a realizar una búsqueda sin cansancio hasta saber dónde estaba departiendo la joven. Aguirre Montoya pasó varios días rondando la vivienda de su expareja y preguntando insistentemente sobre su paradero, sin obtener respuesta, según indicaron los investigadores.
Pero la pista sobre el lugar donde se realizaba la actividad de camping le llegó a Brayan de quien menos se esperaba, la misma joven le dio señales sobre su paradero y fue allí donde la tragedia se avecinó.
La investigación determinó que el día 20 de agosto, en horas de la noche, la exnovia de Brayan subió un estado a su perfil de WhatsApp. Allí aparecían unas fotografías sobre su paseo, además de revelar con quiénes se encontraba. Inmediatamente Brayan reaccionó enviando un mensaje de voz amenazando y sentenciando a su exnovia.
A través de trabajos técnicos los investigadores conocieron el contenido del mensaje: “Entonces, basura. Tres pa’ tres por allá, todo bien. Siga irrespetando su bebé y verá. No la piensa creer…”.
Brayan en ese momento contactó a otro hombre y consiguió una motocicleta en la que a las 10:30 de la noche se desplazaron hasta la vereda Kilómetro 41, donde se realizaba el camping. Se determinó que los dos sujetos arrancaron su viaje armados con un revólver y machetes.
A través de cámaras de video se observa a Brayan y su acompañante trasladarse hasta la finca y en otro video se registra su llegada a la puerta de ingreso al lugar donde acampaba su exnovia y los amigos. Una vez cerca a quienes se convertirían en sus víctimas. Comenzó a vigilarlos durante varios minutos mientras, se presume, analizó cómo actuar.
Se confirmó que el hombre y su acompañante estuvieron rondando la zona durante un buen tiempo hasta que los jóvenes que estaban acampando ingresan a sus carpas a dormir. Al percatarse de esto se acercan al grupo y secuestran a las personas, entre ellas a la exnovia. Sin embargo, como la joven se encuentra esperando un hijo, este decide apartarla del grupo y no atacarla.
Inmediatamente desenfunda el arma en contra de Vladimir Augusto González Claros, uno de los acompañantes quien cayó inconsciente al suelo y por eso pensaron que estaba muerto, sin embargo la bala no logró quitarle la vida, y el hombre sobrevivió, convirtiéndose en uno de los testigos del caso.
Posteriormente disparó a otros cuatro acompañantes de su exnovia identificados como Didier de Jesús Vargas, Oscar Zuluaga Vargas, Eliecer Bravo y Juliana Arias Trejos, los cuales fallecieron en el momento.
A Brayan se le acabaron las balas y esto fue aprovechado por Laura Vanesa Ramírez León para correr, pero el agresor se enfocó en no dejarla huir por lo que corrió detrás de ella alcanzándola a 100 metros del lugar y, armado de un machete, la atacó hasta quitarle la vida.
En medio del ataque la exnovia de Brayan, junto a otras dos mujeres, comenzaron a correr y lograron atravesar por las laderas del rio hasta llegar a una vivienda cercana donde lograron pedir ayuda y alertar de la situación que dejó como resultado cinco personas muertas, una gravemente herida y el responsable capturado y ahora condenado.
Más allá de dar con la ubicación y captura del responsable de la agresión y de reconstruir todo el paso a paso de Brayan, las autoridades lograron esclarecer por qué el joven, pese a sus enfermizos celos, no atentó contra la vida de su expareja pero sí pretendió acabar con la de todos sus acompañantes.
Se confirmó que el bebé que la mujer espera es de él, por lo que prefirió no afectar a la mamá de su futuro hijo. En cuanto a las otras víctimas, Brayan sentía que debía acabar con sus vidas ya que los hacía responsables de su ruptura amorosa. Además, con los tres hombres que fallecieron el joven había tenido discusiones en anteriores oportunidades.
Los hombres eran trabajadores del establecimiento público Joy Nihg Club, donde Brayan tenía restringido el acceso ya que había tenido varios problemas, en especial con el propietario a quien ya había amenazado y de quien sospechaba que era el nuevo novio de su expareja. Los dos vigilantes que le impedían el ingreso al bar fueron dos de los hombres muertos en la masacre. Además de las dos mujeres que también perdieron la vida por ser amigas muy cercanas y por considerarlas alcahuetas de su exnovia.