Así fue la feria de avales en partidos políticos para elecciones del domingo
Algunos movimientos, asociados a comunidades étnicas, bien pueden ser considerados fábricas de avales.
Los partidos políticos, en cualquier estado democrático, son parte fundamental a la hora de cualquier elección. De hecho, son esos mismos partidos los que deben escoger los candidatos para darles el aval y que lleven sus banderas para esos comicios.
Sin embargo, todo lo contrario, bien podría estar sucediendo en Colombia, donde son los candidatos los que acaban escogiendo ese partido en el cual se van a presentar para cualquier elección.
Una alerta en ese sentido fue encendida por la fundación Paz y Reconciliación al señalar que hay un mercado de avales políticos que incluye una serie de transacciones con acuerdos por miles de millones y hasta la promesa de cargos burocráticos.
“Un partido político, por ejemplo, tiene que revisar entre 10.000 a 15.000 avales. En ese proceso termina pasando que los mismos políticos pagan por esos avales o hay algunos movimientos que los venden”, señaló Ariel Ávila, subdirector de Paz y Reconciliación.
Frente a esa fábrica de avales en que se convierten los partidos, hay un capítulo reservado para los movimientos de las circunscripciones especiales, que fueron creadas para ser dedicadas a las comunidades afro e indígenas. Aunque se buscaba dar más participación política a esta población, esa misma intención acabó convirtiendo a los movimientos políticos en empresas de avales.
“Por ejemplo, la Alianza Democrática Afrocolombiana (ADA) es un partido que en apenas dos meses entregó más de 3.000 avales. Aunque era un consejo comunitario lo volvieron un partido político rápidamente y aparecen avales por todo lado”, advirtió. La ADA otorgó 413 avales en Santander y tiene como candidatos en coalición a más de una decena de aspirantes.
En el oriente del país, hay quienes han asociados este movimiento político con el exsenador Luis Alberto Gil, conocido como ‘El Tuerto’ Gil y quien fue condenado por parapolítica. De ahí la creciente preocupación pues en el pasado ese mismo político fue asociados a empresas de avales.
Al respecto, Celestino Mójica Peña, representante de ADA en Bucaramanga, aseguró su partido no tiene nada que ver con Gil y que jamás se dio una venta de avales para los comicios del próximo domingo.
“Puedo asegurar que el exsenador Luis Alberto Gil no hace parte de esta organización política. No tiene ninguna injerencia en ninguna de las decisiones que se dieron en Santander”, señaló.
¿Cómo es el mercado de avales?
Con todo este preocupante panorama, la pregunta que muchos se hacen es cómo opera el marcado de los avales. Hay dos fórmulas que pueden resultar muy atractivas para los candidatos y partidos cuestionados: dinero en efectivo y cargos burocráticos.
“Los políticos que llegan a ser elegidos por esos partidos llegan a recuperar la plata que pagaron por un aval a través de la contratación y después los partidos acaban chantajeando esos alcaldes y gobernadores para que les den puestos”, explicó Ariel Ávila.
Lo triste preocupante es que, aunque las denuncias se hacen, en un sistema electoral como el colombiano no pase nada. Prueba de ello es la investigación de la Misión de Observación Electoral (MOE) que reseñó que al menos el 7 % de los funcionarios que eligen los colombianos han tenido sanciones disciplinarias, penales o fiscales.
“A pesar de que existen mecanismos como la ventanilla única que proporcionan información sobre los antecedentes y que los procesos de entrega de avales pueden resultar de meses de negociaciones y análisis, los partidos políticos anteponen la posibilidad del éxito electoral momentáneo sobre la estabilidad, la gobernanza y el desarrollo de los municipios”, indicó Alejandra Barrios Cabrera, directora de la MOE.
Con este sombrío panorama, hay quienes llaman a prestar mucha atención por quién se va a votar este domingo.