Las prioridades de Laura Sarabia en la Cancillería: relación con EE. UU. el principal reto

Comenzaron los cambios en el gabinete del presidente Gustavo Petro y tal vez el más representativo es el de Laura Sarabia, que dejará el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), para ser la nueva canciller de la República, en reemplazo de Luis Gilberto Murillo, quien dejará su cargo el próximo 31 de enero.

Sarabia es la persona más joven en asumir el cargo en el Ministerio de Relaciones Exteriores con apenas 30 años de edad.

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Serán cuatro los retos principales que tendrá en su nuevo cargo: el fortalecimiento de la integración regional latinoamericana, el impulso de la carrera diplomática, el acompañamiento a los empresarios colombianos en el exterior y la profundización de las relaciones con Estados Unidos y más en este momento con la posesión del nuevo presidente de ese país, Donald Trump.

Desde el Pacto Histórico informaron que Sarabia aprovechará la labor que ha venido teniendo de ser puente entre el Gobierno y la empresa privada, para impulsar proyectos que beneficien a la ciudadanía.

El representante Heráclito Landinez, vocero de la coalición, afirmó que este nombramiento es acertado y lo más importante es que ha mostrado su lealtad con el presidente Gustavo Petro.

“A su paso por el Gobierno Nacional, Laura Sarabia ha demostrado su capacidad de trabajo, su dedicación y disciplina para abordar los asuntos públicos. Pero su característica más importante es la lealtad con el presidente, con el cual se ha ganado su confianza, su cercanía, de ahí que el presidente ha pensado en ella para que sea su canciller, la canciller de la República”, indicó.

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Aseguro que: “sabemos que va a ser una buena tarea, sabemos que va a cumplir con su trabajo como canciller y que va a dar resultados en estos momentos tan complejos en el mundo para el Estado colombiano y para ella en particular. Le deseamos todos los éxitos y la suerte del mundo”.

De igual forma, la nueva canciller de la República tendrá como reto impulsar buena relaciones con el nuevo Gobierno en los Estados Unidos y profundizar la agenda bilateral en temas como el tráfico de drogas, migración y comercio.