Qué es la consulta popular y cómo se aplicaría para aprobar reformas de Petro
El presidente Gustavo Petro anunció este martes que convocará una consulta popular para revivir sus reformas frustradas en el Congreso.

Lo que parecía un día más de incertidumbre para la reforma laboral del presidente Gustavo Petro en el Congreso se fue convirtiendo en su virtual hundimiento con la ponencia negativa de ocho congresistas de la Comisión Séptima del Senado.
Aunado a que la reforma a la salud vive un clima similar en el legislativo, el hecho pareció confirmar lo que sería un nuevo fracaso del Gobierno para aprobar sus iniciativas más importantes, por lo que el presidente se pronunció al anochecer. Desde la Casa de Nariño, y flanqueado por organizaciones indígenas y algunos funcionarios, como el ministro del Interior Armando Benedetti, Petro se mostró contrariado por el fracaso de las mismas y convocó a marchas para ejercer presión por ellas, pero lo más importante fue que anunció de que convocará a una consulta popular que deje clara la posición del pueblo sobre las reformas.
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"La consulta y la movilización popular son el camino para que el pueblo decida si quiere o no las reformas", expresó el mandatario, y arremetió contra los congresistas que impulsan la ponencia negativa sobre la reforma laboral, llamándolos incluso "traidores".
Aunque el jefe de Estado no dio más detalles sobre la consulta popular, lo que se avecina será todo el proceso para organizarla y materializarla. ¿Cómo será la consulta y cuándo podría llevarse a cabo?
Los mecanismos de participación ciudadana
Antes que la consulta popular, el primer escenario donde la ciudadanía puede expresar su apoyo a planes de gobierno e iniciativas como las reformas que propone un Gobierno es lo que se conoce como democracia representativa, que se manifiesta cada cuatro años en las elecciones de presidente, senadores y representantes. Es representativa porque estos son los encargados de proponer, consolidar y aprobar, modificar o rechazar las iniciativas que se convertirán en leyes del país, a nombre del pueblo que los eligió.
Sin embargo, constitucionalmente también se contemplan otros mecanismos de participación que pueden adelantarse por iniciativa casi de cualquier ciudadano, en lo que se conoce como democracia participativa directa. La consulta popular es uno de los principales, y permite que el pueblo se manifieste sobre temas particulares, como su nombre lo dice, de manera directa.
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Para temas como las reformas laboral y a la salud, la Constitución de 1991 contempla mecanismos como el referendo, el plebiscito y la mencionada consulta popular, además de otros enfocados en situaciones distintas, como lo es la revocatoria de mandato. Si lo que se quiere es la aprobación de un acto legislativo, el mecanismo más apropiado sería un referendo, en el que el pueblo aprueba o rechaza una ley que no fue adoptada por la corporación pública correspondiente. El plebiscito, como el que ocurrió en 2016 para la aprobación del acuerdo de paz con las Farc, apunta a aprobar o rechazar una decisión del ejecutivo. Pero lo que el presidente Gustavo Petro anunció fue una consulta popular.
Qué es la consulta popular anunciada por Petro y cómo se haría
La consulta popular es algo más simple, y se ha utilizado principalmente a nivel regional para decisiones que atañen a grupos poblacionales específicos, geográficamente hablando. Esto quiere decir que casi siempre se circunscriben a municipios o regiones de determinados departamentos. En los últimos años se han adelantado varias consultas de este tipo enfocadas principalmente en conocer la voluntad del pueblo sobre proyectos de explotación de recursos, pero también sobre reglamentaciones geográficas para incluir o excluir zonas de algún municipio, e incluso si la población de alguna región está de acuerdo con una obra pública.
No obstante, se trata de un mecanismo que también puede tener alcance nacional, y puede ser propuesta por autoridades como gobernadores, alcaldes y el mismo presidente de la República para que el pueblo se manifieste en las urnas. La única condición es que se consulte a la ciudadanía de una manera simple en la que puedan elegir una única respuesta entre “Sí” o “No”.
Para adelantar la consulta se debe establecer un comité promotor que defina y envíe la propuesta de pregunta. De acuerdo con la ley 1757 de 2015, "no se debe establecer un proyecto de articulado", por lo que en el caso de las reformas de Petro seguramente se resumirá todo en un sí o no a la reforma. Otra de las restricciones implica no tratar temas "presupuestales, fiscales o tributarios", por lo que podría haber objeciones en caso de que las reformas impliquen algún detalle al respecto.
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Una vez establecido el comité, y tratándose de una consultas de alcance nacional, y si se considerara de origen ciudadano, requerirá la recolección de una cantidad de firmas igual o superior al cinco por ciento (5%) del censo electoral a la fecha, con 6 meses para recopilar tal cantidad. Luego, la Registraduría tendrá 45 días para contabilizar las firmas y otros 20 para adelantar el proceso de consulta, si la cantidad supera el 20 por ciento del censo.
En ese punto es posible que se presenten discusiones sobre lo que se está consultando, teniendo en cuenta que la pregunta deberá pasar por revisión de constitucionalidad. Y es que, en caso de que en la votación gane el "Sí" a las reformas, la norma obliga a que la decisión se aplique en un plazo de 3 meses, y por ahora se desconoce cómo podría ocurrir, tratándose de un articulado y de una iniciativa con múltiples efectos a nivel nacional.
Eso sí, transcurrido ese tiempo, el presidente estaría facultado a ejecutarlo por medio de un decreto.