Santos llama a consultas al embajador de Colombia en Venezuela
Ricardo Lozano volverá al país por orden del presidente, quien aseguró que el caso lo trasladará a Unasur.
A raíz de la crisis que se desató entre Colombia y Venezuela por el cierre fronterizo decretado por el presidente Nicolás Maduro, el gobierno colombiano anunció que llamará a consultas al embajador de nuestro país en Venezuela, Ricardo Lozano, para que regrese, como gesto de protesta por la deportación y maltrato masivo de connacionales que han denunciado desde que se tomó la medida fronteriza.
Fue el propio presidente Juan Manuel Santos quien hizo el anuncio, tras argumentar que las autoridades venezolanas le siguen negando el paso a los camiones que se tenían previstos para ingresar a Venezuela a recuperar los enseres de quienes han sido deportados. “No puedo permitir que Venezuela trate a Colombia de esa forma. He dado instrucciones a la canciller para que llame a consultas a nuestro embajador en Venezuela, Ricardo Lozano, y que convoque una reunión extraordinaria de cancilleres de Unasur. Queremos contarle al mundo, comenzando por Unasur, lo que está sucediendo, porque eso es inaceptable y yo quiero reiterar: Colombia privilegia el diálogo y la diplomacia, y ojalá de parte de Venezuela tengan esa misma actitud porque lo que hemos visto que no hay voluntad de diálogo ni de soluciones diplomáticas. Son soluciones de fuerza o actitudes como las que han venido teniendo con nuestros compatriotas que merecen respeto y el gobierno colombiano siempre los defenderá”, señaló Santos.
El primer mandatario también denunció el incumplimiento de los acuerdos a los que habían llegado las cancilleres de ambos países, María Ángela Holguín, de Colombia; y Delcy Rodríguez, de Venezuela, de permitir el ingreso del Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, a zona fronteriza para verificar la situación que supuestamente preocupa al gobierno vecino. Dijo que le negaron su ingreso.
“Iban a permitir que nuestro Defensor del Pueblo entrara al sitio donde supuestamente hay un batallón de paramilitares, que son gente humilde, y que verificara lo que estaba sucediendo. Se comprometieron con que a las 2 de la tarde entraría el Defensor. Se fueron la Canciller, el Ministro del Interior y el Defensor desde esta mañana para Cúcuta, y la idea era continuar con el diálogo, arreglar la situación y que el defensor entrara. A las dos, nadie apareció. Comenzaron a negar que había acuerdo, cuando a mí me habían dicho que el gobernador del Táchira dijo que el Defensor podía entrar. Y no lo dejaron entrar”, informó Santos.
Al mismo tiempo, el Jefe de Estado reconoció que la reunión bilateral de ministras de Relaciones Exteriores este miércoles en Cartagena fue infructífera, al escuchar las declaraciones que posterior al encuentro dio tanto Delcy Rodríguez, como el presidente Maduro. “Esa reunión entre cancilleres fue una reunión sin ningún resultado. La canciller venezolana seguía con el cuento de los paramilitares y ¿cuáles paramilitares? Ahí no hay nadie que represente un peligro, y negaban que hubiesen maltratado a nuestros compatriotas. Y hoy Maduro me dice que no sea mentiroso y que lo que dije no es cierto. Las imágenes en televisión lo demuestran”, enfatizó el presidente.
Santos dijo que el comportamiento de la guardia venezolana con los connacionales es inaceptable e indigno, reiterando que no va a permitir que sigan tratando a los colombianos como paramilitares y los sigan echando como perros.
Qué significa que un Estado ‘llame a consultas’
La llamada a consultas, como la que anunció el presidente Juan Manuel Santos con embajador de Colombia en Venezuela, Ricardo Lozano, para que regrese cuanto antes al país, es un gesto político que indica repudio y rechazo a una actitud que se considera insultante para el Estado que convoca esta medida de relaciones internacionales.
Normalmente, estas ‘consultas’ no tienen un periodo de tiempo definido y lo que se espera del Estado a quien se le quiere manifestar la protesta es que se rectifique con respecto a sus actuaciones.
La llamada a consultas suele ser una medida previa para romper las relaciones bilaterales y un espacio para analizar la dinámica de las mismas.