Lo que buscan los promotores del aborto legal a nivel mundial
Cada año mueren 47.000 mujeres en el mundo a causa de un aborto mal practicado.
En las últimas horas Argentina pasó a convertirse en otro de los países que perdió la batalla frente a la legalización del aborto. Con 31 votos a favor frente a 38 en contra, el Senado decidió rechazar la ley que buscaba legalizar el aborto hasta la semana 14.
A pesar de los múltiples esfuerzos de varios legisladores y sobre todo de miles de personas que durante más de cuatro meses, desde que se presentó el proyecto en la Cámara de Diputados, se volcaron a las calles para exigir que se aprobará la ley, no fue suficiente.
Entre las razones que expusieron los senadores en contra del proyecto destacaban que era más importante salvar dos vidas que una. Sin embargo, según el ministro de Salud argentino, Adolfo Rubinstein, en ese país se practican unos 354.000 abortos al año, es decir, 41 cada hora. Y unas 50.000 mujeres tienen que ser hospitalizadas al año por complicaciones en las operaciones clandestinas.
Pero este es un problema que se vive a nivel mundial, pues son más los países en el mundo que tienen leyes en contra del aborto que los que brindan acceso legal a la interrupción del embarazo de forma segura.
Y a pesar de que las posiciones en torno a ese tema a nivel mundial son contradictorias, cabe señalar los beneficios que traería el aborto si fuera legal en todos los países.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2010 y 2014 se practicaron cincuenta y seis millones de abortos en todo el mundo. Asimismo, en 2008, se hacían 22 millones de interrupciones de forma peligroso, de las cuales 47 mil resultaban en muertes de las mujeres que se realizaban estos procedimientos de forma insegura, así como más de cinco millones tenían complicaciones de salud, durante y después de los procedimientos.
Mediante la legalización se lograría reducir la muerte de más de 47.000 mujeres que pierden la vida anualmente debido a la realización de estos procedimientos. De esas interrupciones, 3 de cada 4 se realizan en países en vías de desarrollo, como América Latina y África. También se lograría que el aborto fuera parte de los planes de beneficios de salud y acabaría con el negocio de los abortos clandestinos, ya que garantizaría el ejercicio a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres por parte del Estado.
De acuerdo con la OMS y el Instituto Guttmacher, organización que promueve la salud reproductiva, las estadísticas indican que legalizar el aborto no aumenta la tasa de estos procedimientos, en cambio si hace que los abortos se realicen de forma más segura.
Otro de los beneficios que traería la legalización es acabar con la discriminación de la mujer frente a la brecha y la oportunidad de interrumpir un embarazo, es decir, las mujeres que no poseen los recursos de dinero suficientes no arriesgarían su vida acudiendo a negocios clandestinos para realizar el procedimiento.
La OMS también explicó que las consecuencias por los abortos clandestinos son las muertes de las mujeres, que representa entre 4.7% y 13.2% del total de la cifra por muertes maternas. Las mujeres que logran sobrevivir a un aborto clandestino tienen consecuencias de salud y son hospitalizadas, cuyos costos ascienden, de acuerdo con datos de la organización, a 553 millones de dólares al año.
Aunque al debate aún le faltan años por darse en países donde la religión y el Estado van de la mano, con la legalización del aborto está en juego un cambio profundo en la cultura, sobre todo para dar paso a políticas públicas que brinden a las mujeres gestantes autonomía y capacidad de decisión.