Un 3 % de la población mundial sufre sudoración excesiva, ¿cómo evitarla?
En Colombia la prevalencia de esta condición es similar al resto del mundo.
Como un proceso esencial de refrigeración corporal para la protección del cuerpo humano sobre el aumento de la temperatura, la transpiración hace parte de una condición normal para el desempeño natural del organismo. Sin embargo, en algunos casos, se puede presentar la sudoración excesiva, cuya característica es el incremento del sudor por encima de lo requerido para mantener la temperatura corporal.
Según las regiones del mundo, la incidencia de la sudoración excesiva varía en diferentes países; en Europa, Asia y América oscila entre el 4 y 12 por ciento de la población, según ha indicado la doctora Mónica Novoa, dermatóloga pediatra.
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En este punto vale la pena resaltar los principales síntomas, pues pueden variar si se trata de un tipo de sudoración primaria o secundaria. En la primera, se puede llegar a focalizar más el incremento de la humedad en el cuerpo, siendo las axilas, palmas, plantas, ingle y región facial las zonas principales afectadas; en la segunda, el aumento de la sudoración es mucho más general, llegando a áreas del cuerpo más extensas.
Vale la pena destacar que más allá de factores físicos como el hacer ejercicio, el calor, llevar ropa abrigada en exceso o materiales que no permiten una correcta transpiración, el estrés, miedo u otros factores psicológicos también la pueden generar.
"Según el grado de severidad de la sudoración excesiva, el paciente puede tener un compromiso emocional que puede limitar sus relaciones sociales, en el trabajo, en el colegio o con su pareja", dice al respeto el doctor Juan Raúl Castro Ayarza, dermatólogo de la Universidad Nacional de Colombia.
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Por otra parte, la sudoración excesiva, especialmente en preadolescentes, puede responder a un factor genético de relevancia, pues llega a ser hereditario. La doctora Mónica Novoa manifiesta que es importante educar a quienes padecen esta condición y a sus cuidadores con relación al control del peso, pues "pacientes con un índice de masa corporal elevado (sobrepeso u obesidad) tienen mayor probabilidad de padecerla".
Pero, ¿cómo evitarla? Estas son las recomendaciones:
-Evitar estímulos que activen el sistema nervioso simpático (el cual aumenta la sudoración) como la ingesta de pimienta, ajo, jengibre, sal en exceso, ají y carbohidratos.
-El aseo diario y el uso de ropa adecuada con materiales como algodón, seda y lino.
-Evitar el uso de prendas con materiales sintéticos y poliacrílicos.
-En días húmedos o calurosos, se recomienda el cambio de ropa de 1 a 2 veces al día.
-Mantener un adecuado peso y tener una alimentación sana.
-Consultar a tiempo ante los primeros síntomas y evaluar en conjunto qué alternativas terapéuticas o diagnósticas se deben tener en cuenta para prevenir su progresión.
-Consultar al médico dermatólogo periódicamente y seguir sus recomendaciones.
-Identificar las alternativas farmacológicas y no farmacológicas, según el tipo y grado de severidad de la sudoración.