La división al interior de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema

En la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia están divididos, o más bien, todos están en contra de la magistrada Cristina Lombana.

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Así ha sido siempre; no es un secreto que las relaciones nunca han sido buenas con la única mujer de la sala. Los desencuentros han sido constantes y, en los últimos días, el magistrado Marco Antonio Rueda sale a contradecir no solo la posición de la magistrada frente al caso Arturo Char, sino en contra de toda una jurisprudencia que establece que la libertad es un derecho fundamental y que la vacancia judicial no se cuenta en un caso como este: a una persona no la pueden dejar presa sin definir su situación mientras los magistrados están de vacaciones. Esto lo sabe cualquier jurista, pero es tanta la animadversión con la magistrada que salen a contradecirla.

Habrá ahora una prueba de fuego porque se tiene que elegir presidente de la sala de instrucción, y ya todos los magistrados han sido presidentes. Le tocaría el turno a la magistrada Lombana, que es la única que no ha sido presidenta. ¿La elegirán como corresponde, o seguirán en la actitud misógina que han tenido desde el comienzo?