Alquiler de patinetas en Bogotá se vio afectado por altos costos y competencia desleal
En Bogotá se había reglamentado el uso de almenos 3.400 patinetas, dristribuidas entre las seis empresas que prestaban el servicio.
Entre finales de 2018 y principios de 2019 se hizo muy popular en el norte de la ciudad de Bogotá el negocio de alquiler de patinetas a motor, también conocidas como Scooter.
Un sistema de transporte que contaba con cerca de 11.000 usuarios por día, funcionaba por medio de una aplicación y que inicialmente los usuarios podrían tomar en cualquier andén y de igual forma dejarlo allí, una vez lo desocupe.
Durante varios meses el negocio funcionaba sobre ruedas. Al menos seis empresas se atrevieron a invertir en él.
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Para utilizar estas patinetas había que pagar inicialmente $1.500 por la activación del viaje y posteriormente un monto cercano a los $300 pesos por minuto de uso.
Pero pronto los problemas iniciaron. El robo de los vehículos o patinetas fue el primero de ellos.
"El problema de la inseguridad en Bogotá; así como roban ciclas, atracan gente y te quitan tu celular en la calle, estas patinetas no eran la excepción", dijo Diego Millán, antiguo administrador de una de las empresas encargadas de prestar ese servicio a inicios del 2020.
Pese al sistema de rastreo que tenía cada uno de estos vehículos a motor, los robos se hacían más comunes.
Inicialmente los habitantes de calle. Luego fueron bandas organizadas que robaban las patinetas para desarmarlas y revender el motor y sus otras piezas.
Pero este fue solo el inicio de los inconvenientes. La falta de reglamentación clara para el uso de estas patinetas, comenzó a crear roces entre quienes las usaban y los usuarios de otras formas de transporte.
"La gente no tiene claro cómo usar estas patinetas y creen que pueden transitar por donde quieran. Es importante que se movilicen por las ciclovías y si no las hay por la carretera y no por dónde camina la gente. Es lo mismo que con las bicicletas", dijo Alfredo, un transeúnte consultado por RCN Radio.
Ante la necesidad de una reglamentación, el Distrito por medio de la secretaría de Movilidad hizo lo propio y autorizó el uso para este tipo de alquiler de 3.400 patinetas pertenecientes a seis empresas.
Además, se impuso un reglamento que incluía el uso de casco, chaleco reflector, el no uso de celulares mientras se conduce, la prohibición de pasajeros extras o acompañantes y el límite permitido de velocidad.
Uno de los principales cambios que trajo la reglamentación fue la creación de estaciones o puntos que serían los únicos habilitados para tomar y recibir los vehículos. Hecho que, según Omar Fragoso, vocero de una de las empresas que prestaba el servicio en Bogotá, "terminaba con uno de los principales atractivos de este transporte, poder dejarlos en cualquier lugar".
Con la reglamentación se hicieron comunes los decomisos de estas patinetas, sobre todo cuando eran abandonadas en un lugar distinto al designado por el Distrito.
Por esos mismos días se hizo más rigurosa la norma para las empresas que usaban las aplicaciones para rentar este tipo de transportes. Medidas que tal como lo explica el experto en movilidad Fernando Abril, dificultaron la prestación del servicio.
"El distrito se engolosinó con medidas que dificultaban mucho la prestación del servicio, además de un cobro a las empresas que hacía incrementar el costo de uso, eso lo complicó y lo hizo poco rentable. Sin duda eso también le restó atractivo como alternativa de transporte".
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En los primeros meses del 2020 las empresas que prestaban este servicio denunciaban ya una competencia desleal. El Distrito limitaba la cantidad de vehículos por empresa, pero esto al igual que otras normas parecían no ser respetadas por quienes querían ganar más.
Entre los factores que se suman para dar fin a este negocio en el país, estuvo el incremento del comercio de estas patinetas de forma particular y las posibilidades que esto ofrecía para que las personas compraran su propio scooter.
La estocada final fue sin duda, la pandemia por la covid19. Los prestadores del servicio se estrellaron con la orden de encierro obligatorio, que trajo la cuarentena; calles sin usuarios y una propuesta de transporte que parecía condenada a morir.
Alquiler de Patinetas