Ciudadanos se graban ‘retando’ a la Policía con empanada en mano
Estas son las mejores parodias a propósito de la multa de $800.000 a ciudadano que compró en la calle una empanada.
¿Son $800.000 de multa por comerse una empanada? Los ciudadanos no salen de su asombro –y también indignación– por cuenta de dicha exorbitante multa a un ciudadano al comprarle en la calle una empanada a una vendedora ambulante.
A propósito de ese rechazo de los ciudadanos, hay quienes se han aventurado a lo que llaman el #EmpanadaChallenge mientras se comen esa tradicional comida colombiana en presencia de uniformados de la Policía Nacional.
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Ají, suero y varias salsas han acompañado estas historias de los ciudadanos comiendo empanadas en la calle retando a los policías.
De hecho, es tal la polémica desatada en el país que en medio del tour Colombia 2.1 algunos seguidores del ciclismo les gritaban a los policías arengas no de aliento o gratitud ´para los pedalistas, sino de pullas así: “empanadas, empanadas, empanadas”.
Pero también surgieron varias parodias que asociaban el consumo de empanadas con el tráfico de estupefacientes. Algunos se grabaron en parques simulando estar en negocios ilícitos, cuando en realidad estaban con empanadas.
Lo cierto es que Stiven Claros, quien deberá pagar la multa de $800.000 por comprar la empanada en la calle, acusó a siete uniformados de esperar a que él comprara para proceder a multarlo. Aunque los uniformados vieron que él iba a comprar, no fueron capaces de advertirle que era prohibido a la luz del Código de Policía.
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"Falta un poco de pedagogía para que los colombianos comprendan ese Código (…) los vendedores ambulantes salen a la calle a vender no porque quieran, tienen sus necesidades que cumplir y el gobierno tampoco está haciendo mucho para ayudarlos a ubicar en un buen lugar o a propiciar el trabajo. Ellos nos consiguen un trabajo para sustentar a su familia", insistió Claros.
Ahora bien, el tema que también promete extenderse en el tiempo y que seguramente será de eternos debates es si las empanadas que se venden en la calle saben mejor que las que se venden en tiendas y locales formales.