Detienen a delincuentes extranjeros que mataron a joven por robarle un celular

Un ingeniero de 27 años perdió la vida a manos de unos 'amigos de lo ajeno' en la localidad de Chapinero, en el norte de la capital. 

El joven asesinado fue identificado como William Alexander Lozano, un ingeniero que se encontraba a altas horas de la noche caminando por la calle 57 con carrera 17, luego de departir con unos compañeros de oficina, cuando fue interceptado por los dos sujetos.  

Al parecer, durante el hurto del celular, uno de los sujetos con arma banca arremetió en contra de joven, causándole graves heridas,  que minutos después produjeron su muerte.  

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Horas después, los familiares al percatarse que el Lozano no aparecía, decidieron realizar las averiguaciones respectivas para dar con su paradero. Días después, los familiares encontraron el cadáver del joven ingeniero en el Instituto de Medicina Legal. 

En las últimas horas, las autoridades, gracias a la investigación en curso, dieron con la pista de los dos sujetos que terminaron con la vida de Lozano y procedieron a la captura de los asesinos. 

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Los sujetos, quienes tienen nacionalidad venezolana, fueron puestos a disposición de las autoridades para su judicialización por hurto y asesinato.    

Según cifras del Distrito, 60.000 celulares han sido robados en la ciudad, en lo que va del 2018.  De los anteriores, la Policía sólo ha recuperado 850 teléfonos y ha capturado a 150 personas relacionadas con los hurtos. 

Además, se reportaron más de 86.000 casos de hurto en Bogotá, lo que representa un aumento el 43% con respecto a 2017.

Las medidas del Gobierno nacional en contra de la venta de celulares hurtados, como el reporte del Imei (International Mobile Station Equipment Identity) a las compañías celulares, con el fin de dejar inoperativo el terminal, no han surtido efecto en Colombia.

Las personas encargadas de vender los celulares robados han desarrollado un software que permite cambiar internamente el número Imei de los terminales; con esto, los móviles hurtados se pueden volver a utilizar; así pues, son vendidos a los países vecinos y comercializados en el mercado internacional.