Operador y Distrito incumplieron en el manejo del relleno sanitario Doña Juana
Así lo detecto la Personería de Bogotá, quien a su vez remitió informe a la Fiscalía, Contraloria y Procuraduría.
La Personería señaló que el Distrito pagó algunas facturas al contratista sin aval de la interventoría, identificó que ni la UAESP ni el concesionario cumplieron con su labor para mitigar la crisis de salubridad de la zona, de acuerdo a la Personeria, el relleno está sobre una zona de reserva natural.
El ente de control determinó la existencia de un estudio de la Universidad Nacional, que señala que el relleno está sobre una zona de reserva natural (páramo), hecho prohibido por la ley, así como sobre un sector de recarga acuífera (agua).
15 incumplimientos en salubridad y ambiente
La Personeria evidenció que no controlaron totalmente aparición de roedores, moscas, olores, tratamiento de lixiviados, residuos, control de gases, fumigación constante y aplicación de cal, como estaba previsto en el contrato. Desde hace varios años no cuentan con un permiso de vertimientos, realizando esta acción de manera irregular sobre el río Tunjuelo.
Según la entidad, se desconoció la medida de compensación relacionada con la siembra de 10.000 árboles, meta que solo llegó a un 0.17% en 2016 y va en un 10.28% en 2017; ni se presentó una solución que garantizara la desaparición gradual de 300.000 toneladas de residuos mixtos.
El relleno incumple con el perímetro de no habitabilidad de personas en un tramo mínimo a un kilómetro. Desde 2014 debían adquirir los predios señalados como franja ambiental, pero a la fecha no se han llevado acabo, por el contrario, algunas de estas zonas de protección inhabitables están ilegalmente pobladas. Tampoco se ha realizado la adquisición de los bienes inmuebles donde se encuentran las fuentes hídricas con las que se alimentan los acueductos veredales.
Entre tanto, los aforos y tomas de muestras de la calidad del agua cruda de los acueductos comunitarios no se realizaron en 2014 y 2015, por parte de la EAB. Los incumplimientos en los muestreos y monitoreo de la calidad del aire, por parte del concesionario, imposibilita conocer los nuevos contaminantes y los riesgos para la salud.
Más incumplimientos en gestión de residuos
De 2012 a 2016, de la meta del Plan de Desarrollo de reducir el 30% los residuos sólidos transportados y dispuestos en el relleno, solo alcanzó un 0.13%; y de la tarea de aprovechar el 20% del volumen de residuos sólidos recibidos, lograron el 8.54%. No se cumplió la meta de la localización de zonas para el manejo, tratamiento, aprovechamiento y disposición de residuos, cuyo nivel de avance fue de 33.33%, a 2016.
Al evaluar los indicadores formulados para la disposición final, se encontró que no existe ningún proceso que cerciore la aceptabilidad del prestador del servicio, ya que las labores realizadas corresponden a un tercero (CGR), encargado de trabajar temas de compactación, represamiento, cobertura y aprovechamiento. Tampoco se atendieron las recomendaciones de la interventora, al momento de solicitar a la UAESP el inicio de procesos sancionatorios por incumplimientos del contratista.
Incumplimientos en control
La Personería detectó que no se encuentran soportes en algunas facturas canceladas al concesionario que indiquen que la interventoría avaló la realización de esos pagos, no obstante, la UAESP realizó los giros de recursos.
La Unidad no cuenta con hojas de vida de indicadores completamente diligenciadas para las diferentes acciones establecidas en su plan de acción, lo que no permite observar el nivel de avance y cumplimiento de los objetivos, generando una falta de garantía en la evaluación y seguimiento a su gestión.
Hay incoherencias en el registro de los datos por parte de la UAESP que evidencian incumplimiento.
Increíblemente, la Unidad Administrativa no conoció el estado financiero del concesionario, lo que impacta el incumplimiento de sus deberes y obligaciones.
Otros incumplimientos sociales
No se realizó la actualización del estudio epidemiológico para determinar la incidencia de las enfermedades infecciosas ni el censo para saber las necesidades de la comunidad y protegerlos en caso de urgencias o desastres. Hace ocho años no se hacen.
Se incumplió el deber de realizar el 100% de cobertura del servicio de alcantarillado de las veredas Mochuelo Alto y Bajo, a la fecha solo construyó un pequeño tramo. Se benefició solo a 20 niños del sector, de un total de 120 para estudiar en el jardín infantil “El Aliso del Mochuelo”.
Los demás 100 cupos fueron designados a alumnos de otras zonas. No construyó un jardín infantil en el barrio Paticos.
La UAESP tenía proyectado recibir $28.000 millones, a enero de 2016, de la venta de los bonos CER’s (certificados de la reducción de emisiones), pero solo recogió $5.000 millones, lo que no permitido cumplir con el Plan de Gestión Social para la recuperación territorial, social, ambiental y económica de la zona de influencia del relleno.
No se cumplió con el programa de proyección poblacional que certifica las inmigraciones y emigraciones del sector por parte del concesionario, ni se elaboró un diagnóstico participativo para conocer las necesidades de las nuevas comunidades, ni se realizaron las múltiples capacitaciones técnicas programadas.