Reciclaje, objetivo aún pendiente a un año del nuevo esquema de aseo de Bogotá
La administración de Enrique Peñalosa hace un año puso en marcha el nuevo esquema de recolección de basuras de la ciudad.
Este martes se cumplió un año de la puesta en marcha del nuevo esquema de aseo en Bogotá, un proceso que ha estado envuelto en todo tipo de polémicas y que representa una de las principales apuestas de la actual administración.
El modelo dividió a la ciudad en cinco zonas con el fin de facilitar la operación, lo cual, de acuerdo con el Distrito, ha tenido resultados positivos, especialmente en cuanto a la cobertura.
Según la administración, se concretó la compra de 537 vehículos nuevos destinados a la recolección de basura, entre los que se encuentran camiones compactadores de carga lateral.
En locales: Condenan a mujer que mató a cuchillo a su abuelita de 75 años de edad
A esto se suma la instalación de 10.746 contenedores en toda la ciudad, entre los cuales se encuentran aquellos destinados a la disposición de deshechos ordinarios y material reciclable.
"Este miércoles quedan instalados en su totalidad todos los contenedores destinados a residuos no aprovechados, que son los de tapa negra", expresó Beatríz Elena Cárdenas, directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).
Pese a estos buenos resultados, todavía son muchos los retos y problemas que el Distrito debe atender para dar continuidad al esquema, siendo los principales desafíos el reciclaje, la educación de los ciudadanos en temas de disposición de residuos y las constantes quejas por la tarifa de aseo.
El reciclaje, un gran reto
El tema del reciclaje es crucial en el nuevo modelo. No solo permite la generación de empleo o la protección del medio ambiente, sino que también es importante para evitar una acumulación innecesaria de residuos en el relleno Doña Juana.
Para ello, la principal estrategia es la instalación de contenedores para que los bogotanos depositen en ellos el material reciclable, el cual luego será aprovechado por personas dedicadas a la utilización de estos elementos.
Sin embargo, el número de estos contenedores en la ciudad sigue siendo inferior al requerido. Esto, según Cárdenas, se debe a las demoras derivadas de la coordinación con los recicladores:
"Estamos trabajando en los contenedores de tapa blanca, destinados para material aprovechable, de los cuales se instalarán en total 5.000. No se han instalados en su totalidad porque las organizaciones de recicladores, como quedó establecido en la licitación, han pedido que sean ubicados en sitios especiales donde se genere este material", manifestó la funcionaria.
Lea también: Anciano muere al ser arrollado por una camioneta en la Av. Primero de Mayo
Actualmente son cerca de 20.000 los recicladores organizados en diferentes organizaciones, de los cuales casi 15.000 se encuentran desempeñando sus funciones. Estos solo pueden acceder al material depositado en los contenedores de tapa blanca, y deben llevar un registro de los elementos recolectados.
Pese a que no se ha cumplido con la meta de contenedores, el Distrito manifestó que los resultados parciales han sido positivos. Así lo expresó la directora de la Uaesp:
"El tema del reciclaje es un gran reto. Creemos que podemos aumentar y mejorar los resultados obtenidos hasta ahora. Los recicladores reportaron para el año 2018 más de 700.000 toneladas de residuos aprovechables. Es un tema significativo, porque implica que todo este material ya no llegará al relleno Doña Juana".
Pese a esto, es mucho el material que todavía no es recolectado de manera correcta, debido a que los ciudadanos todavía no hacen la separación correcta de los deshechos, lo cual es sin duda otro desafío a superar.
Lea más: Hollman Morris buscará ganar la alcaldía de Bogotá con apoyo del MAIS
Cambio en las tarifas
Uno de los cambios que trajo el esquema fue el aumento en el cobro de la tarifa de aseo para financiar el tratamiento de lixiviados (líquidos generados por las basuras), que de acuerdo a la administración fue poco significativo. Pese a esto, muchos ciudadanos continúan viendo con desconfianza esta decisión.
La situación llegó al punto que recientemente la Contraloría solicitó revisar el tema al considerar que la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) autorizó su cobro inmediato sin que el operador del relleno tuviera el permiso de vertimientos ni cumpliera con las exigencias de la normatividad ambiental.
Lea también: Contraloría solicitó revisar el alza en las tarifas de aseo en Bogotá
Según la Contraloría, el operador del relleno sanitario Doña Juana no puede cobrar el componente de la tarifa, mientras no cuente con un permiso de vertimientos y con una planta de tratamiento.
“Es claro en la legislación que ningún operador de ningún servicio público en nuestro país puede cobrar por un servicio que no está prestando, so pena de tener que devolver a los suscriptores los servicios cobrados y no prestados”, asegura el organismo de control.
Aguas de Bogotá y un inicio complicado
Es importante recordar que la implementación del modelo dio inicio en medio de lo que fue calificado como una crisis sanitaria, dado que en la licitación para elegir a los cinco operadores, la empresa Aguas de Bogotá, que en ese momento prestaba el servicio, no cumplió con los requisitos, por lo que no participó en el proceso.
Esto provocó protestas por parte de los trabajadores, que catalogaron lo sucedido como una masacre laboral, interrumpiendo la operación en los últimos días del contrato. El resultado fue una ciudad que se ahogaba en la basura.
De acuerdo con el Distrito, la crisis se superó de manera paulatina, vinculando a los nuevos operadores al menos 1.000 de los 3.000 trabajadores que fueron despedidos. Sin embargo, esto no impidió que muchos de los afectados interpusieran tutelas, de las cuales 57 fueron favorables a los ex empleados.