Colombianos deportados de EEUU denuncian maltratos en centros de detención
Llegó cuarto vuelo de la Fuerza Aérea Colombiana con colombianos deportados de Estados Unidos
La madrugada de este martes, un cuarto vuelo de la Fuerza Aérea Colombiana aterrizó en Bogotá con 110 colombianos a bordo. Venían de Alejandría, en el estado de Luisiana, Estados Unidos, donde estuvieron detenidos en centros de reclusión antes de ser deportados.
A bordo de la aeronave FAC1219 estas personas llegaron cargadas de historias de sufrimiento, humillación y con esto, dicen que, inician una lucha por recuperar la dignidad.
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El relato de los deportados es un grito de dolor. Muchos de ellos pasaron días interminables en celdas frías, con restricciones severas, sin un horizonte claro. Sin saber con certeza cuándo ni cómo sería su deportación, la incertidumbre se convirtió en una constante. Sin embargo, el trato recibido durante su detención fue lo que más golpeó a los que viajaron de regreso.
“El trato con los migrantes es de lo peor. Siempre nos quitan la dignidad, nos esposan, nos llevan en buses donde la calefacción es una temperatura muy alta. No nos tratan como seres humanos y siempre la discriminación simplemente por ser latinos. Estuve 45 días detenido y nos pasaban de un centro de detención a otro esposados de manos, pies y cintura, muchas veces el trato era muy denigrante”, contó uno de los deportados. Su voz, cargada de rabia y frustración, narraba una experiencia que muchos otros compartían.
Las condiciones precarias eran una constante. Otro de los repatriados relató cómo, tras perder sus papeles, fue detenido por un policía y tratado como un criminal.
“Yo duré mes y medio en todo el proceso. Nos metían a calabozos fríos, nos dejaban ahí y nos metían la comida por debajo de la puerta. A veces nos sacaban y nos daban sandwiches con agua y ya. Yo no soy ningún delincuente, estuve dos años en Estados Unidos y se me perdieron mis papeles, no pude hacer el proceso y, en una parada, un policía me arrestó, supuestamente porque era un delincuente”, explicó.
La llegada al aeropuerto El Dorado, en Bogotá, fue un regreso a la realidad: una bolsa con lo mínimo que pudieron traer de regreso. Y con ella, las historias de años de esfuerzo y sacrificio dejados atrás.
Muchos de los deportados habían llegado a Estados Unidos en busca de un futuro mejor para sus familias. Ahora, sin nada en las manos, esperan encontrar lo que no lograron en territorio norteamericano.
“La deportación fue muy injusta porque más de uno de los que estamos acá estábamos trabajando en busca de un mejor futuro. Salíamos a las seis de la mañana a trabajar y nos capturan por la falta de documentos o porque no han aceptado el asilo y así nos trataron como delincuentes”, afirmó otro de los deportados, mientras esperaba ver a su familia. Su rostro reflejaba la tristeza de perder lo que había construido en los Estados Unidos.
Entre tanto dolor, los reencuentros familiares ofrecieron algunos momentos de consuelo. Muchos de los familiares, quienes desde la noche del lunes esperaban el aterrizaje del avión, no podían contener las lágrimas al ver nuevamente a sus seres queridos.
"Me vuelve el alma al cuerpo porque esos 45 días que mi hijo estuvo preso fueron lo peor que yo pude pasar", dijo una madre, visiblemente angustiada.
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“Yo nunca me imaginé que, porque mi hijo se fuera a buscar un mejor futuro para él, su mujer y su hija, fuera a pasar por todo eso. Lo trataron como un delincuente. Todos los que vienen deportados merecen un trato digno”, agregó la madre, cuyo rostro reflejaba la angustia de un dolor.
Este grupo de 110 colombianos repatriados se suma a más de 500 compatriotas que han regresado en vuelos similares en la última semana. Y en las próximas horas aterrizará un quinto vuelo con más deportados.
A su llegada, los repatriados se enfrentan a la incertidumbre de un nuevo comienzo en Colombia, un país al que regresan con el fin de continuar su vida y mejorar sus condiciones.