Con maniobras peligrosas, jóvenes arriesgan sus vidas en la línea del tren en Magdalena
Autoridades adelantan campañas de concientización sobre el riesgo de estas acciones.
Una peligrosa práctica extrema, realizada por adolescentes y jóvenes sobre la línea férrea en municipios del Magdalena, mantiene en vilo a las autoridades locales y departamentales.
Según se estableció, menores de las poblaciones de Zona Bananera y Aracataca, prácticamente se juegan la vida, adelantando maniobras censurables como sostenerse sobre la línea ferroviaria para esquivar al tren, segundos antes de pasar por este punto y en otros casos, recostarse para que la locomotora pase por encima.
El coronel Samir Pava, comandante de la Policía del Magdalena, entregó reporte de la alarmante situación. Según dijo el oficial, “hemos evidenciado en reuniones con el grupo Ferrocarriles del Norte de Colombia (Fenoco) que son prácticas suicidas que se convirtieron en un tema cultural en esta zona del departamento".
Expresó que "la Policía Nacional y el Ejército Nacional han realizado unas campañas en materia preventiva para identificar esos puntos donde tenemos el mayor número de jóvenes realizando estas conductas atípicas”.
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La iniciativa de la Fuerza Pública busca generar conciencia entre los jóvenes, para que entiendan que la actividad extrema no es ningún juego, que eventualmente podría generar graves consecuencias para ellos y la comunidad.
“Una práctica de estas podría llevar al descarrilamiento de una locomotora, que tiene un diámetro de casi dos kilómetros y medio en vagones. Podría generar que ese tren se vaya encima de muchas casas y otras situaciones complejas alrededor de este ejercicio, lo que sería una fatalidad”, agregó el jefe de la institución armada en Magdalena.
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El trabajo preventivo que se ha adoptado comprende campañas sobre la ruta del tren, con avisos de precaución, distribución de folletos y socialización directa con la comunidad para sensibilizar a las personas sobre el alto riesgo que se corre con la actividad.
Igualmente, se hizo un llamado a los padres de familia para que ayuden a generar conciencia en los menores, identificando la práctica como un riesgo inminente para su vida.