Corte Suprema destraba proceso contra exfuncionarios de Reficar
La Sala Penal consideró que el juicio por las irregularidades en la modernización de la planta debe adelantarse en Bogotá
La Corte Suprema de Justicia en su Sala Penal le dio la razón a la Fiscalía y ordenó que el juicio contra siete exdirectivos de Reficar y la firma CB& deberá adelantarse en Bogotá ante el juzgado 31 de conocimiento y no en Cartagena.
Con ponencia del magistrado José Luis Barcelo, la Sala negó la petición de los exfuncionarios, quienes pedían que su juicio por las presuntas irregularidades en la remodernización de la planta se realizara ante un juzgado de la ciudad amurallada.
Para la Corte, la Fiscalía logró demostrar que el material probatorio se consiguió en diligencias adelantadas en diferentes ciudades, entre ellas Bogotá.
La Fiscalía los señala como presuntos responsables de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación, enriquecimiento ilícito y falsedad en documento, por una presunta contratación irregular que superaría los 610 mil millones de pesos.
Las investigaciones se adelantan en contra de Felipe Laverde Concha, exvicepresidente Ejecutivo del Downstream; Reyes Reinoso Yáñez, expresidente de Reficar en 2013; Massoud Deudehban, exrepresentante ejecutivo de CB&I.
También contra Orlando José Cabrales, expresidente de Reficar en 2009; Pedro Alfonso Rosales Navarro, y Carlos Alberto Lloreda Silva, exmiembros de la mesa directiva de Reficar y supuestos responsables de las irregularidades en los contratos; y el ex directivo de CB&I Philip Kent Asherman.
Durante las audiencias de imputación de cargos realizadas en los juzgados de Paloquemao el año pasado, la Fiscalía señaló que los entonces directivos de Reficar, Pedro Rosales, Orlando Cabrales y Felipe Laverde, se 'amañaron' para entregar la remodernización de la refinería de Cartagena a la compañía estadounidense Chicago Bridge & Iron -CBI- que al parecer se aprovechó de los dineros para el proyecto.
Según el expediente judicial, el dinero destinado para las obras se habría gastado en “lujos, servicios de Spa y bebidas alcohólicas".
El documento señala que al parecer la empresa estadounidense no tenía un músculo financiero que soportará el proyecto, tampoco tenía experiencia en la remodernización de refinerías.
El expediente añade que los entonces directivos de la compañía habrían duplicado los costos de la remodernización sin soportes y sin que la junta directiva de Reficar protestará por el pago de los dineros.