Detalles sobre el caso del ataúd que pasearon en calles de Chocó

Haciendo caso omiso a la prohibición de salir a las calles y conformar grandes grupos de personas en un solo lugar, una familia en Quibdó, Chocó, se llevó el cadáver de un hombre de 25 años a quien se le hizo la prueba de COVID- 19 tras su deceso, debido a los síntomas con los que llegó a un centro asistencial. 
 
Según un comunicado del Hospital Ismael Roldán Valencia, fechado al 1 de mayo, el hombre llegó a urgencias del centro asistencial acompañado de un familiar y por complicaciones asociadas a Diabetes tipo 1, además de dificultad para respirar, letargo y otros síntomas que obligaron su posterior traslado a la ESE San Francisco de Asís. 

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En el texto, las directivas del Hospital Ismael Roldán Valencia aseguraron que  debido a las complicaciones de salud previas, como el diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 1 y “siendo esta una comorbilidad en el diagnóstico de COVID-19 y demás hallazgos encontrados en el examen físico,  se postula como sospechoso de dicha patología considerada como pandemia mundial, motivo por el cual se activa protocolo de atención”. 
 
Por los síntomas que reportaron los profesionales de salud, el cuerpo del joven fue sometido a una prueba para descartar o confirmar que se trató de un deceso por COVID-19. 

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Pese al trabajo de los médicos, el hombre falleció camino al hospital.

Cuando los familiares fueron informados del proceso, sacaron el cadáver a la fuerza del centro asistencial y en un ataúd lo pasearon por varias calles de la capital chocoana.