Emergencia en comunidades indígenas de Riohacha por fuerte sequía
Las lluvias no caen hace más de un año y las temperaturas cada vez son más altas.
El río Tapia, que alimenta al acueducto de Riohacha y que en su recorrido pasa por decenas de poblaciones de la zona rural de la ciudad, está prácticamente seco, producto de las altas temperaturas y la ausencia de lluvias, lo que ha generado una dramática situación para los habitantes de por lo menos 14 corregimientos que se abastecen de este.
“Lo del agua es bastante complicado aquí, no se consigue agua ni para cocinar los alimentos", dijo Benilda Epiayu, habitante de una ranchería wayú en el sector.
Del cause del afluente a la altura de las veredas de Pelechua y Puente Bomba, en la Troncal del Caribe, solo queda un inmenso planchón de piedras, arena y algunos pozos con agua represada, con la que algunos se bañan y que otros consumen al no tener más opción.
[VIDEO] La sequía extrema en Riohacha
“Hay niños con erupciones cutáneas, sarpullidos, diarrea y muchas enfermedades que trae esta situación del agua detenida que es la que actualmente estamos consumiendo”, manifestó Jorge Palacio, nativo de la verdad Puente Bomba.
La actividad económica del sector también depende del agua. La sequía es tan intensa que cientos de animales han muerto y los cultivos hoy se observan marchitos. El líder Deivis Serrano afirmó que “los cultivos se han dañado y, los animales y el ganado se están muriendo porque no se consigue una gota de agua”.
Según las comunidades, situadas en la cuenca baja del río Tapia, no solo la naturaleza les ha jugado una mala pasada, sino también las fincas bananeras y campesinos del sector, quienes en varios tramos del afluente tienen talanqueras que no permiten que la poca agua que aún corre llegue a sus territorios.
“El agua no nos llega porque la detienen, está bien que agarren parte del agua, pero que también nos llegue a nosotros, la prioridad del agua debe ser la comunidad”, expresó Juan Antonio Jiménez.
Los habitantes de Puente Bomba y Pelechua, a los que paradójicamente hace unos años el mismo río, en pleno invierno, los dejó sin muchos de sus enceres en una avalancha que dejó a cientos de damnificados, reclaman a los nuevos gobernantes planificación, la misma que ha faltado en las últimos años para atender estas emergencias ambientales que se registran de manera cíclica la en esta zona del país.
“Si estamos en invierno es inundación y cuando es verano es sequía, no hay agua para la comunidad, no hay una planificación en sí, por parte del Gobierno”, agregó el líder Deivis Serrano.
El secretario de Gobierno de Riohacha, Miguel Pitre, dijo que “si bien se está atendiendo de manera parcial la situación, llevando agua a los más afectados en carrotanques, es importante hacer un llamado al Gobierno nacional y al departamental para que con toda su estructura se unan alrededor de esto”.
La calamidad es similar en los municipios del sur de La Guajira y de manera permanente en la parte alta del departamento donde los indígenas wayú, incluso, mueren por la falta del líquido vital.