Fernando Botero y uno de los momentos más duros de su vida
Uno de los momentos más duros para el artista Fernando Botero fue por cuenta del proceso 8.000 en el que se vio inmiscuido su hijo.
La noticia de la muerte del maestro Fernando Botero a sus 91 años este viernes 15 de septiembre, tras presentar varios quebrantos de salud, conmocionó y enlutó a los colombianos dado que era el máximo exponente de los artistas de Colombia en todo el mundo y dejó en alto la bandera del país.
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Sus retratos de personas de gran volumen siempre fueron su marca característica. En muchas ciudades se pueden encontrar sus obras de arte, y donde no las hay, esperan con expectativa que llegue alguna exposición.
Sin embargo, y aunque todos conocen sus obras como Las gordas de Botero, el mismo artista siempre decía que él no pintaba gordas, hecho que sorprende a las personas.
A pesar de su rotundo éxito en todo el mundo, donde era respetado y aclamado, Botero también pasó momentos bastante duros, especialmente por cuenta de un escándalo político en Colombia.
El proceso 8.000 y el hijo de Fernando Botero
En 1995, el entonces presidente de Colombia, Ernesto Samper Pizano (1994-1998) fue acusado de que en su campaña presidencial entraron dineros de los carteles de la droga, específicamente por el de Cali, que era liderado por Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.
El nombre del proceso viene del hallazgo de un expediente con ese número en la Fiscalía de Cali. Y aunque Samper fue absuelto por el Congreso en dos ocasiones, su gerente de campaña y ministro de Defensa, Fernando Botero Zea, hijo de Botero, fue capturado por enriquecimiento ilícito.
Botero Zea estuvo detenido por más de dos años en la Escuela de Caballería del Ejército en Bogotá, y más allá del escarnio público, que incluso derrumbó su ilusión de ser presidente, lo más complicado fue el impacto que tuvo este escándalo con su padre.
El famoso pintor no soportó ver a su hijo mayor inmiscuido en este escándalo, a tal punto que cortó cualquier forma de comunicación con él.
"Fue terrible (proceso 8.000), debo decir durante tres años no me hablé con Fernando. Fue un golpe que no me esperaba. Yo me di cuenta solo de lo que estaba pasando, era claro que algo no cuadraba (...) Nunca acepto que había hecho nada malo. Al final hicimos las paces", reveló en una entrevista hace varios años.
El 14 de febrero de 1998, cuarenta y ocho horas después de haber sido puesto en libertad, Fernando Botero Zea tomó un avión rumbo a París, buscando reconciliarse con su padre, situación que al final sí se dio.
Los hijos de Fernando Botero
Fernando Botero Angulo tuvo cuatro hijos, tres de ellos con Gloria Zea, quien fue la fundadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá, y otro con Cecilia Zambrano, con quien se casó en 1964 y se divorció once años después.
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Fernando Botero Zea, Lina Botero Zea, Juan Carlos Botero Zea y Pedro Botero Zambrano, este último a quien el gran artista colombiano lo retrató en varias pinturas, luego de que falleciera a muy temprana edad.