Ganadero al que le envenenaron 22 reses dice que sabe quién lo hizo
El veneno empleado es un insecticida conocido como monocrotofos que se utiliza en algunos cultivos.
Una posible venganza sería la causa del envenenamiento de 22 reses en el bajo Rionegro, Santander. Gerardo Gualdrón, propietario del predio donde se presentó el hecho, indicó que algunas personas tergiversaron la situación porque en primera instancia afirmaron que todo se debe a que no pagó una extorsión y ante la negativa le habrían envenenado el ganado.
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Sin embargo, el propio ganadero indicó que se trata de un inconveniente con un grupo de delincuentes que en diciembre pasado le habían hurtado una planta eléctrica. “Yo tuve un problema hace dos semanas con esas personas porque les hice el reclamo del hurto y desde entonces temía porque algo pasara, como efectivamente sucedió ahora con la muerte de las reses”, afirmó.
Por esa razón, explicó, ya hizo contacto con las autoridades y así poder instaurar la respectiva denuncia. El veneno empleado es un insecticida conocido como monocrotofos, que se emplea en algunos cultivos.
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Las pérdidas en este momento por este hecho ascienden a $25 millones, señaló el agricultor, quien indicó que además de las reses murieron 15 gallinazos quienes alcanzaron a consumir la carne envenenada. El finquero afirmó además que para el proceso de destrucción de la carne cumplirá con las recomendaciones hechas por un veterinario, porque no se puede quemar dada la contaminación que podría darse en la zona veredal del bajo Rionegro.
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“La única posibilidad es enterrar la carne con los protocolos que me indiquen, de modo que no se presenten afectaciones al ecosistema u otros animales en la región”, dijo.