Los errores en la compra de tapabocas para la Alcaldía de Medellín

La segunda inconsistencia en este contrato vino por la fecha en que se firmó y por la entrega de tapabocas dañados. El 30 de marzo se firmó el contrato y el contratista tenía ocho días calendario para entregar los 80 mil tapabocas, es decir, tenía hasta el 7 de abril para cumplir. Pero un día antes de que terminara el plazo del contrato, la empresa de eventos sólo había entregado 34 mil tapabocas que vinieron defectuosos, con el desprendimiento de la banda elástica. La Alcaldía decidió extender la duración del contrato siete días más mientras se cambiaban los tapabocas defectuosos

La Alcaldía de Medellín modificó el contrato el 6 de abril para arreglar los errores cometidos: los 200 mil tapabocas N95, que no eran N95 y 140 mil unidades de más, y hasta errores en fechas legales. En este otrosí le dieron más plazo al contratista para entregar las mascarillas el 15 de abril.

El 12 de abril, faltando tres días para la culminación del contrato, la empresa organizadora de eventos había entregado todo. Pero ese mismo día se percataron en la Alcaldía que más de la mitad de los tapabocas, 52 mil, también presentaron defectos. El contratista los reemplazó al día siguiente.

Fueron numerosos los errores que se cometieron con este contrato público: errores en fechas, errores en el objeto de contrato y errores en la entrega del producto solicitado. ¿Qué tal que la Presidencia de la República o la Alcaldía de Bogotá saquen un contrato para 200 millones de tapabocas pero seis días después lo corrijan advirtiendo que sólo querían 80 millones y que todo obedeció a un error de digitación? 

Finalmente, La FM revisó en el registro único de proponentes las actividades para las que está facultada la empresa contratada para el suministro de tapabocas. Entre sus numerosas actividades como la pirotécnia, iluminación, deportes, entre otros, no figura la venta de elementos de bioseguridad. Y la Procuraduría en recientes comunicados sobre indagaciones relacionadas con el manejo de la contratación del Covid19 ha cuestionado que entes terrotoriales contraten la compra de tapabocas, guantes y gel antibacterial a empresas sin ese objeto.

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"La Procuraduría abrió investigación al gobernador de San Andrés (...) por presuntas irregularidades en el contrato 540 de 2020, para el suministro de 50.000 unidades de tapabocas, de guantes y de gel antibacterial por un valor de $521 millones de pesos.  Al parecer, el contrato se suscribió con una empresa de propiedad de una exfuncionaria de la Cámara de Comercio, que no tenía por objeto social la venta de elementos de bioseguridad ", dice el comunicado de referencia.

La Alcaldía de Medellín le respondió a La FM que el contratista operador de eventos estaba facultado para este contrato bajo la figura de "cadena de suministros". 

"El objeto contratado es el 'suministro de implementos de autocuidado' – tapabocas, que como es sabido, este tipo de elementos fue declarado como dispositivo no disponible por parte del INVIMA levantando una serie de restricciones para su fabricación y comercialización tratándose de los tapabocas convencionales (...) dentro de los códigos UNSPSC verificados en el registro único de proponentes se encuentran los relacionados con el manejo de la cadena de suministros, relacionados con el objeto a contratar", respondieron a este medio.