Masacre de una familia en zona rural de Riohacha
Las autoridades ofrecen una recompensa por los responsables de este crimen.
Hay conmoción en Riohacha ante el asesinato de dos mujeres y un hombre, todos de una misma familia, en zona rural de la ciudad, en el sector de la Sierrita, en hechos ocurridos en la finca 'El gran Esfuerzo'.
Esta masacre fue perpetrada por sujetos que atacaron a sus víctimas con arma de fuego, puñal y objetos contundentes.
Los fallecidos fueron identificados como Abelardo Robles Patiño de 57 años, oriundo de Papayal (Bolívar), quien presentó tres impactos de arma de fuego; su compañera permanente, Juana Serpa Miranda de 55 años, a quien al parecer golpearon con objeto contundente, y su cuerpo fue encontrado fuera de vivienda.
Otra de las víctimas fue identificada como Estrella Patricia Serpa Miranda de 26 años, hija de Serpa Miranda, también golpeada en la cabeza con objeto contundente y que según fuentes del caso, fue asesinada y hallada dentro de la vivienda.
Todavía no se han establecido los móviles de triple homicidio, pero toma fuerza la versión de un posible robo.
Se conoció además que los delincuentes se llevaron un televisor que estaba en la casa, algunos teléfonos y una suma cercana a los $500.000 en efectivo, tema que no ha sido plenamente confirmado por los familiares.
Las autoridades, al llegar al lugar, verificaron la existencia de cámaras de seguridad; sin embargo, al parecer los delincuentes se llevaron las evidencias.
El lugar de la masacre es de difícil acceso por lo que las autoridades se demoraron en llegar a verificar las versiones. Al parecer en la finca permanecían dos menores de uno y tres años de edad, quienes fueron encontrados por las autoridades en el lugar.
La investigación es adelantada por las autoridades. "Estamos ofreciendo una recompensa de hasta un millón de pesos, por parte de la Policía, para quien entregue información que permita dar con los responsables de este hecho", indicó el coronel Henry Manuel Sandoval, comandante de Policía en La Guajira.
Dentro de las versiones recolectadas en el lugar se estableció que hace menos de dos meses, en esa misma finca, delincuentes procedieron a sacrificar varias reses y luego huyeron de la zona.
Así mismo, el ingreso fue muy dispendioso, incluso para las mismas autoridades que debieron atravesar arroyos y caminos convertidos en lodazales.