Padrastro que mató a bebé en Medellín, condenado a 33 años de prisión
El sujeto le propinó golpes contundentes al menor de un año que le causaron la muerte.
A 33 años y 4 meses de prisión fue sentenciado el estudiante de medicina, Carlos Andrés Amado Mejía, por asesinar a golpes a su hijastro de 13 meses de nacido, en un hecho que causó repudio en la comunidad antioqueña.
Según las pruebas aportadas por un fiscal de la Unidad de Vida de la Fiscalía, el 13 de noviembre del año 2009, en una vivienda del barrio Guayabal, comuna 15 del suroccidente de Medellín, las autoridades realizaron la inspección técnica al cadáver del menor, quien presentaba numerosas cicatrices en la espalda y el tórax, signos de maltrato infantil y huellas de un mordisco en la mejilla derecha.
Los médicos legistas determinaron que la muerte del niño se produjo por golpes contundentes que le destrozaron el hígado y le causaron una hemorragia interna.
Testigos presenciales declararon a la Fiscalía que Carlos Andrés Amado Mejía era un hombre violento y consumidor habitual de estupefacientes.
Explicaron también que cuando preguntaban por las lesiones físicas que sufría el bebé, la madre y el padrastro manifestaban que eran ocasionadas, al parecer, por un "duende".
Por este crimen, el Juzgado 22 Penal del Circuito de Medellín avaló la totalidad de las pruebas presentadas por la Fiscalía y condenó al procesado, de 36 años de edad, como autor del delito de homicidio agravado con dolo eventual, mientras que la madre del menor, Mildred Melissa Calderón Ocampo, fue sentenciada por homicidio culposo por omisión.
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El juez ordenó además que se compulsaran copias contra el padre adoptivo, por el presunto delito de violencia intrafamiliar. La decisión de primera instancia fue apelada por la defensa ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín.