Plan de Normalización Urbanística de Cartagena deberá mantenerse, advirtió la Procuraduría
El jefe del organismo de control indicó que el nuevo alcalde de Cartagena deberá seguir ejecutando el Plan de Normalización Urbanística.
El procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, aseguró que el recién diseñado Plan de Normalización Urbanística de Cartagena, adoptado tras la falta de control urbano efectivo, las construcciones ilegales de los Quiroz y la autorización del proyecto inmobiliario Aquarella, polémico por su cercanía al Castillo de San Felipe, deberá mantenerse en la actual administración de Antonio Quinto Guerra.
“Está el Plan de Normalización Urbanística, que es una obligación perentoria para la actual administración de la ciudad (…) esto no fue un plan del alcalde pasado potestativo en materia de su cumplimiento. Es una obligación para la administración distrital seguir adelante con todo el proceso de regularización y de normalización urbanística”, dijo Carrillo Flórez.
El jefe del organismo de control indicó que la reciente decisión del Tribunal Administrativo de Bolívar, que confirmó la suspensión de las obras del proyecto Aquarella, es una buena señal para el procedimiento judicial que se adelanta en contra del edificio.
“Nosotros estamos adelantando unas diligencias de policía judicial, el elemento fundamental es la naturaleza de la construcción, si es de interés social”, agregó.
Según el Tribunal, el curador urbano número 1, Ronald Llamas, omitió la revisión y rectificación de la ubicación del predio y el uso permitido en esa zona, y por esa razón no podía dar vía libre a un proyecto sin las especificaciones urbanísticas frente a servicios públicos, transporte público y parqueadero de los más de mil futuros residentes de la zona.
Para la corporación, el curador Ronald Llamas debió ubicar de manera precisa y exacta el barrio donde se encuentra la manzana 186 del sector donde pretende edificarse Aquarella, debido a que, a partir de eso, se definen los usos y prohibiciones en el sector.
Carrillo Flórez reiteró que está plenamente convencido de que el proyecto urbanístico sí afecta el patrimonio arquitectónico y militar representado en el Castillo de San Felipe de Barajas, coincidiendo con lo dicho por la Unesco y otros expertos en la materia.