Por combates entre grupos armados, mil personas fueron confinadas en pacífico caucano
Dichos enfrentamientos se iniciaron el pasado martes 23 de marzo.
En medio del fuego cruzado entre grupos al servicio del narcotráfico permanecen alrededor de mil personas, en su mayoría ancianos y niños habitantes del corregimiento de Puerto Saija, un pequeño poblado ubicado en el municipio de Timbiquí, sobre la costa pacífica caucana.
El padre Hilario Cuero, sacerdote del vicariato apostólico de Guapi, confirmó que los pobladores de al menos tres veredas han sido afectados por la situación.
“La comunidad de Camarones, Herradura y la comunidad indígena de Cupí, que está muy cercana también, están viviendo la situación, podríamos decir que son unas mil personas”, señaló el sacerdote.
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Los enfrentamientos se iniciaron desde el pasado martes 23 de marzo y se han intensificado en las últimas horas ocasionando que las personas no puedan salir de sus viviendas. Sedes como el centro de salud y personal de la misión médica, también se encuentren en riesgo.
“Nos preocupa mucho esta situación y esperamos que los gobiernos local, departamental y nacional, así como los organismos, puedan responder para la atención de estas familias que en este momento lo necesitan”, agregó el padre Cuero.
Desplazamiento y retorno forzado
Una vez se iniciaron los choques armados, las comunidades cercanas al casco urbano de Timbiquí, salieron de sus viviendas y tuvieron que resguardarse en improvisados albergues en los que permanecieron una semana.
Sin embargo, ante las dificultades por el hacinamiento y la imposibilidad de contar con asistencia y ayudas, tuvieron que regresar a sus lugares de origen.
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Además del riesgo por los enfrentamientos armados las comunidades han denunciado graves consecuencias humanitarias en la medida en que se mantengan las condiciones de confinamiento pues no han podido conseguir agua y alimentos a través de actividades como la caza y la pesca, habituales entre la comunidad.