Soldados buscan enmendar sus errores con campesinos olvidados del Meta

En la actualidad, muchos campesinos del Meta miran a los militares con recelo, les tienen temor y una desconfianza que se alimentó del odio durante décadas. Y todo por cuenta de los atropellos que ellos recibieron por los años más sangrientos del conflicto armado, donde les robaban alimentos, recibían golpizas o maltratos psicológicos, algo que dejó marcas profundas.

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Sin embargo, los militares del Batallón de Alta montaña Antonio Arredondo, ubicado en Sumapaz (una zona apartadas que hace parte de la jurisdicción de Bogotá) buscan curar las heridas de ese pasado y cambiar la percepción que los campesinos tienen hacia ellos y hacía el Estado. Por eso, crearon una zona de concentración militar importante que tiene incidencia en Cundinamarca, Meta, Tolima y Huila.

Actualmente, ese potente escenario militar -que se encuentra rodeado de trincheras por todas partes- cuenta con alrededor de 1.000 soldados. Sin embargo, antes de la firma del proceso de paz contaban casi 5.000 uniformados.