‘Somos Comunidad’ por la defensa de la población diversa
El enfoque de género de Somos Comunidad ha permitido la creación de corporaciones que luchas por los derechos del colectivo LGTBIQ+
Según el último censo realizado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, de los 102.348 habitantes del municipio de Tierralta en Córdoba, 3.798 pertenecen a población indígena. Uno de los pueblos con mayor presencia en el Alto Sinú, es el Embera Katío, una comunidad que ha estado en peligro de ser exterminada física y culturalmente debido a los impactos del conflicto armado.
Leonel Domicó Bailarín es presidente de la Corporación Diversa OJURUBÍ, una organización que no solamente vela por los derechos de su comunidad por el solo hecho de ser indígena, sino que además tiene un enfoque diferencial de género orientado hacia población LGTBIQ+.
Leonel se refirió para RCN Radio sobre su experiencia haciendo parte del pueblo Embera Katío y a la vez del colectivo LGTBIQ+ “el racismo y la discriminación han sido muy difíciles de enfrentar en mi sociedad y culturalmente; ya que no se trata de un solo problema o de quiénes son víctimas, ya que yo he vivido maltrato intrafamiliar, verbal, físico, la estigmatización por las comunidades indígenas y de la sociedad”.
La creación y consolidación de esta importante Corporación es resultado del trabajo del programa Somos Comunidad, una iniciativa de USAID y FUPAD, pues, el enfoque de género es transversal al trabajo del programa en los 35 municipios en donde tiene operación y cuyo fin último es la construcción de paz y resiliencia en estos territorios afectados por el conflicto armado.
Paola Molina, especialista en temas de género de Somos Comunidad, mencionó para RCN Radio los puntos clave del enfoque de género en el programa: “buscamos primero mejorar la capacidad local para incluir a población vulnerable en los debates sobre seguridad ciudadana. Segundo, promover la comprensión local de la interseccionalidad y de los retos de seguridad a los que se enfrentan estos grupos vulnerables con el fin de aumentar la empatía y las respuestas oportunas y adecuadas, y tercero, promover la igualdad de género y la participación como vías para lograr comunidades más resilientes”.
El trabajo de Somos Comunidad va desde la consolidación diálogos estrechos entre la comunidad LGBTIQ+ y las autoridades locales en cada municipio, hasta la creación de mecanismos de seguimiento y control ciudadano para disminuir la estigmatización y proteger a la población diversa de todo el país.
“Se ha identificado puntos en común en materia de discriminación en distintos grupos poblacionales. Pero no tratamos la violencia sino las causas de esa violencia en este sentido. Somos Comunidad genera procesos de diálogo, de colaboración y de fortalecimiento de unas capacidades de la comunidad para convertirlas en habilidades para prevenir y mitigar los efectos y las causas de los riesgos a la convivencia” comentó Molina.
Muchas de las poblaciones que habitan los 35 municipios en donde Somos Comunidad tiene operación presentan condiciones de vulnerabilidad interseccionales. Es decir, en una sola persona pueden confluir condiciones como pobreza, pertenencia a grupos étnicos, discapacidades físicas, etc. Y es por esto que acciones, como las de Somos Comunidad, con enfoque diferencial son relevantes para entender las necesidades y así luchar efectivamente la defensa de derechos y resiliencia de todas las comunidades.