Techos de Usiacurí, en el Atlántico, son el lienzo más grande de Colombia
Esta iniciativa hace parte de la estrategia Usiacurí es Mas que tiene como propósito consolidar este municipio como un destino turístico.
En Usiacurí, un municipio a tan solo una hora de Barranquilla, se puede vivir una de las experiencias artísticas más relevantes en el departamento. Los techos del pesebre del Atlántico se convirtieron en lienzos y desde lo alto de este municipio se pueden apreciar las obras de arte que realzan y hacen honor a la naturaleza de este territorio.
Esta iniciativa hace parte de la estrategia Usiacurí es Mas que tiene como propósito consolidar este municipio como un destino turístico local, nacional e internacional.
“Tiene todo para serlo, especialmente en materia ecológica con la reserva natural de Luriza, un lugar ideal para el avistamiento de aves debido a que aquí habitan cinco especies endémicas (…) Sin duda podemos a traer a ese turista extranjero que se gasta hasta 200 dólares en un día disfrutando de este pasatiempo”, dijo Miguel Vergara, secretario de Desarrollo Económico del departamento.
Vergara aseguró que es un proyecto de reactivación económica para impulsar el turismo comunitario. A la fecha hay 55 % de avance las obras, la meta es que el primero de diciembre esté listo para empezar a vender este municipio.
Son 100 techos que hacen el macromural más grande del país que cuenta la historia de Luriza. El mural plasma las aves de esta reserva que fueron elegidas en un proceso creativo con el artista líder y expertos en la reserva de Luriza, todas las aves son representativas de la región. Se destacan aves como: el guacamayo rojiverde, el tucán caribeño, el pinzón alidorado, el azulejo glauco, entre otros.
También se hizo el mural de las alas que está inspirado en el saber artesanal de los tejidos con palma de iraca de las artesanas.
En el mural de las escaleras se destaca la tradición artesanal, en las vivencias y sueños de los usiacureños y lo que quieren que se destaque ante el mundo de su cultura. En la obra se puede apreciar a Toñita, una artesana que por generaciones ha transmitido el legado a su familia y que vive al lado del mural y quienes lo visitan pueden verla sentada en su terraza todas las tardes.
Por: Harvey Jimenez @MaestroJimenezs