Toma del Palacio de Justicia fue un cuento de terror: familiar de víctima
Fabiola Hernández recuerda que las duras imágenes que presenció en Medicina Legal le impidió identificar a su esposo.
Fabiola Hernández, viuda del policía Libardo Durán (quien trabajaba como escolta del presidente de la Corte Suprema y quien perdió la vida en la toma del Palacio de Justicia), narró en RCN Radio cómo fue para ella este episodio, que 33 años después revivió al darse cuenta de que los restos que le habían entregado no pertenecían a los de su esposo.
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Ese 6 de noviembre de 1985, hace 33 años, Fabiola se encontraba en el Palacio. Pero decidió irse a su casa para ir adelantando el almuerzo y esperar a que llegara Libardo, con quien llevaba menos de un año de casada.
"Yo estuve a las 11 de la mañana en el Palacio, iba a entrar para encontrarme con Libarno e irnos a almorzar al apartamento (...) pero yo me devolví; reclamé mi cédula nuevamente y salí del Palacio a las 11:10 y me fui para el apartamento y no tuve noción del tiempo porque me puse fue a hacer el almuerzo", dijo.
Fabiola recuerda que se empezó a dar cuenta de lo que ocurría cuando una vecina le pregunta si su esposo ya había llegado: "Fue cuando me percaté, prendí el televisor y escuché el tiroteo. Ahí me puse mis zapatos y salí corriendo".
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Pese a las súplicas a los militares que estaban a las afueras del Palacio, a Fabiola no le fue posible ingresar a buscar a su esposo. Por el contrario, fue llevada a donde su mamá y, como en medio de una pesadilla -según su relato- esperó hasta tener noticias de su paradero.
"Yo me enteré por la televisión, después de dos días. Aunque perdí la noción del tiempo (...) me enteré de que habían sido encontrados los cuerpos de los escoltas del presidente de la Corte y que estaban en las bolsas número 92 y 93", relató Fabiola.
Recordó que a pesar de sus esfuerzos no pudo identificar el cuerpo que le aseguraron era el de su esposo Libardo: "Eso era difícil, los cuerpos estaban calcinados (...) había brazos colgados, piernas, parecía un cuento de terror".
33 años de equivocación
Finalmente recibió en una caja sellada los restos del que le aseguraron era su esposo. Sin embargo, Fabiola afirma que "siempre viví con la duda de que Libardo estaba ahí, de que de pronto era un guerrillero. Yo pensaba que estaba como rehén y algún día iba a volver".
Esa duda duró más de 30 años y sus sospechas eran ciertas. Hace un año hicieron una exhumación de los cadáveres debido a las investigaciones con todos los desaparecidos.
"El 18 de diciembre de 2017 me llamaron a decirme que no eran los restos de Libardo, si no de dos guerrilleros", contó en RCN Radio.
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Gracias a las pruebas de ADN las autoridades lograron identificar dónde estaban los verdaderos restos Libardo Duran. "El 25 de mayo de este año me hicieron una entrega digna y ahí sí pudimos hacer un entierro", narró Fabiola.
Ya han pasado 33 años desde la toma del Palacio y Fabiola cuenta que su vida continuó: "La policía me acogió, me dieron trabajo con ellos, me volví a casar, tuve hijos (...) Salí sola adelante".
No quiso demandar al Estado por lo ocurrido, pues asegura que "demandando no podía conseguir a Libardo y pude salir adelante sin haber necesidad de ese dinero".
Recuerdo en la Plaza de Bolívar
Los tradicionales vendedores de maíz y los fotógrafos que por décadas han trabajado en la plaza de Bolívar recordaron el momento, cuándo hace 33 años fue acordonado el sector por la Policía y el Ejército.
Algunos de ellos contaron que, tras ver la noticia de la toma en los diferentes medios de comunicación, decidieron no ir a trabajar. Inclusive recordaron que durante varios días el lugar estuvo acordonado y por lo tanto se vieron afectados económicamente.
Según manifestó Ricardo Rodríguez, un comerciante de la zona, sobre las 11 de la mañana empezó a escuchar una serie de explosiones y pensó que se trataba de alguna celebración organizada por la Alcaldía, puesto que en la época era permitido el uso de pólvora.
Sin embargo, al llegar al lugar notó que se trataba de disparos y que había presencia de tanques militares y tropas del ejército en la plaza de Bolívar.
Fabiola Hernández, viuda del policía Libardo Durán, quien murió en el Palacio de Justicia