Tres venezolanos, sospechosos del crimen del sacerdote en Villavicencio
El religioso fue asesinado dentro de la iglesia y su cuerpo fue hallado atado de manos y pies.
Las autoridades investigan la participación de tres venezolanos en el homicidio del padre Jhonny Ramos, quien fue hallado atado de pies y manos, al interior de la parroquia Jesús de la Misericordia del barrio Comuneros, en la ciudad de Villavicencio.
Según las autoridades, el párroco era un benefactor de las comunidades venezolanas residentes en Villavicencio, dotándolos constantemente de alimentos y prendas de vestir.
Todo apunta a que el asesinato sería por el robo de unos dineros que el sacerdote recolectaba, en conjunto con la comunidad, para las adecuaciones del centro religioso.
"Dentro de las hipótesis, entrevistas y algunas pesquisas realizadas por la Policía Metropolitana, se habla de tres venezolanos aparentemente. El padre era un benefactor de esta población. Al parecer tienen algo que ver, pero eso está en el recaudo de pruebas", dijo Álex Zárate, Secretario de Gobierno de Villavicencio.
Por este hecho las autoridades ofrecieron una recompensa de 10 millones de pesos, por cualquier información que permita identificar a los responsables del crimen.
En la Catedral Primada de Villavicencio se llevó a cabo una eucaristía a la que asistieron los religiosos que integran la Arquidiócesis de Villavicencio, así como los feligreses de las comunidades parroquiales y en la que le dieron el último adiós al sacerdote asesinado.
Quienes compartieron con él, recordaron esos momentos que consideran van a quedar por siempre en su memoria.
"Lo único que me queda es darle gracias a Dios por ese gran hombre que nos regaló, que sea el señor el que toque los corazones de quienes hicieron esto, el no se lo merecía", expresó una de las feligreses que compartió con el sacerdote.
Sus restos mortales fueron trasladados al municipio de Tamalameque, Cesar de donde era oriundo, para darle cristiana sepultura.