Banco de la República, con baja expectativa en proyección de utilidades
"La proyección de utilidades para este año es negativa en 122 mil millones de pesos".
En medio de un debate en la Comisión Tercera del Senado, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, se refirió a la propuesta de que el Emisor haga un anticipo de utilidades de $5 billones para complementar la atención social y advirtió que este año no hay expectativas, ni entrega de las mismas en el 2022.
"La proyección de utilidades para este año es negativa en 122 mil millones de pesos. No tenemos expectativas de generar utilidades este año, ni distribuirlas en 2022", dijo.
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Dijo que pese a que el año pasado se alcanzó un máximo histórico de 7.5 billones de pesos en utilidades, "esto obedeció a unas condiciones favorables a nivel internacional, la baja de las tasas de interés en el mundo" y agregó que este año no se repetirán.
Villar advirtió que de "no adoptarse rápidamente decisiones fiscales que permitan revertir a partir de 2022 la dinámica que ha mostrado la deuda la credibilidad del país sobre la capacidad de honrar sus compromisos podría verse gravemente comprometida".
Insistió en que la reforma tributaria denominada "ley de solidaridad sostenible", puede contribuir de manera importante a mejorar esa credibilidad y puso como ejemplo "el éxito de colocación de bonos del Gobierno en los mercados internacionales la semana pasada".
En cuanto a la propuesta de un crédito directo, el gerente del Banco de la República advirtió que esto "tendría un alto costo en materia de credibilidad que podría encarecer sustancialmente el endeudamiento público, eventualmente limitar el acceso del gobierno a ese financiamiento".
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Aclaró que "esto podría ocurrir si el país perdiera la credibilidad de acceder al financiamiento y esa no es la situación actual, ni tampoco es la situación en la que quisiéramos estar".
En ese sentido, dijo que afectar la credibilidad de la política monetaria "reduciría el acceso a otras fuentes de financiamiento y seguramente se encarecería, quizás de manera permanente".
Agregó que "ningún país avanzado del mundo utiliza créditos del Banco Central para financiación del Gobierno, esto es considerado entre las economía emergentes como una mala práctica".