Breadcrumb node

Segundo Espacio: cómo dos amigas revolucionan el mercado de muebles de segunda mano

La historia de Segundo Espacio, una plataforma que impulsa la economía circular mediante la compra y venta segura de muebles usados.

Publicado:
Actualizado:
Viernes, Diciembre 27, 2024 - 18:46
Laura Varón Polanía y Silvia Robledo Rojas, fundadoras de Segundo Espacio
Laura Varón Polanía y Silvia Robledo Rojas, fundadoras de Segundo Espacio
Cortesía de Segundo Espacio

Inspirada en ‘Mis Propias Finanzas’, una plataforma que se dedica a la educación financiera, Silvia Robledo Rojas preguntó en un grupo de WhatsApp de amigas si alguna estaba interesada en unirse a ella para emprender.

Era septiembre de 2023 y Silvia, que para entonces trabajaba en una firma de abogados, buscaba una segunda fuente de ingresos. Una de las personas que le respondió fue Laura Varón Polanía.

Lea más sobre emprendedores colombianos: “Un zapato siempre será una obra de arte”: San Polos, la fábrica de calzado que hace historia en el Restrepo

Como muchas veces pasa en otros grupos de amigas o amigas cuando a alguien se le ocurre un emprendimiento, el asunto habría quedado ahí, en una pregunta suelta. Pero ese no fue el caso de Silvia y Laura, que en su cuenta de LinkedIn tiene una frase que resume muy bien lo que ambas han hecho en este tiempo: “Lo importante no es tener una buena idea y ya, sino ejecutarla”.

“Laura estaba haciendo su MBA y explorando ideas y modelos de negocio”, cuenta Silvia en entrevista con La FM.

“Todo esto surgió una vez que nos sentamos a pensar que hoy en día tenemos como facilidades tecnológicas para absolutamente todo, pero, en su momento, Laura se había trasteado como cuatro veces en tres años. Yo me acababa de independizar y vimos que había una necesidad en el intercambio de muebles usados”, agrega.

Así nació Segundo Espacio Muebles, una plataforma que promueve el intercambio de muebles de segunda mano, todo bajo la premisa de la economía circular.

“Ofrecemos seguridad, principalmente, a la hora de vender y adquirir muebles de segunda. Esta plataforma te permite darles una segunda vida a tus muebles, desentendiéndote del transporte, absteniéndote de interactuar con potenciales clientes, que son personas que al final tú no conoces, y también adquirir muebles a un mejor precio”, explica Silvia.

Más sobre emprendedores: Así es Matorral: un oasis literario y cervecero en el corazón de Bogotá

Cada una hizo una inversión inicial de un millón de pesos, dinero que les sirvió para hacer los diseños de la marca y empezar. Una inversión que, más de un año después, ha dado muchos frutos: su cuenta de Instagram ya va por los 40.000 seguidores y ellas han servido de intermediarias en la venta de unos 300 muebles.

Eso sí, no ha sido fácil, sobre todo porque el concepto de economía circular aún suena extraño para el comercio de muebles.

El tema de economía circular ha sido un poco difícil por el tema cultural”, dice Laura. “Este modelo funciona mucho más en otros países, en países desarrollados, donde la gente, por ejemplo, va a estudiar y se devuelve, y se venden y se compran muebles”, añade.

“El reto con el que nos hemos encontrado es que las personas creen que, si uno vende algo, es porque ya está en muy mal estado. Ese ha sido un poco un reto nuestro: que las personas entiendan que no por ser de segunda tiene que ser o regalado, y esto es porque nos aseguramos de que el mueble esté en muy buen estado y ha pasado por una previa evaluación”, precisa Laura.

Lea más sobre emprendimientos: F. Duarte: el legado de acero que pedalea por la tradición familiar

Cualquiera pensaría que otro reto para ellas tiene que ver con su tiempo, pues ambas tienen trabajos de tiempo completo. Pero el asunto no ha sido problemático gracias a la disciplina y la habilidad de dividir muy bien funciones para seguir disfrutando de cosas propias de su edad: Laura tiene 27 años y Silvia, 28.

“Las dos salimos de fiesta, a las dos nos gusta ir al gimnasio, las dos tenemos pareja y familia. Es impresionante cómo, si uno es disciplinado, le saca tiempo a absolutamente todo. Me atrevería a decir por las dos que ninguna ha renunciado a alguno de sus sueños, ya sea profesionales o personales, por este emprendimiento”, dice Silvia con orgullo.

“Para tener un tiempo adecuado es muy importante que entre nosotras dos nos definamos muy bien los roles y eso va un poco de acuerdo con el perfil. Por ejemplo, Silvia es abogada y yo soy administradora, entonces somos buenas para distintas cosas”, complementa Laura.

“Mientras, por ejemplo, Silvia se encarga de hacer los formularios que protejan al consumidor y al vendedor, yo me encargo más de la parte comercial. Yo soy un poco más numérica, entonces me encargo de la parte financiera”, añade.

Así, explica Laura, también pueden saber “qué disponibilidad de tiempo tiene cada una”.  

“Entonces, ya con esa distribución, esa organización, estamos muy alineadas con hacia dónde vamos, qué hacemos, cómo lo hacemos”, detalla. Ese nivel de organización les ha permitido evitar los problemas que se podrían tener con un socio en cualquier negocio.

Gracias a la proyección que tienen con Segundo Espacio, tanto Silvia como Laura tienen claro que quieren seguir escalando para consolidarse como un referente en la economía circular en torno al intercambio de los muebles. Para ellas, la confianza y la calidad que ofrecen en los productos son vitales pues van más allá de lo que se encuentra en plataformas más masivas.

Más sobre emprendimientos: Desarrollan herramienta que agiliza los estudios de títulos de propiedad en Colombia

Fuente:
Sistema Integrado Digital